La salud mental positiva es esencial para mantener una vida estable. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro también sufre las consecuencias del día a día, y tan pronto como nos despistamos podemos estar sufriendo de agotamiento, dolores, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial para no generar dificultades.
Uno de los expertos más conocidos en España sobre la materia es Mario Alonso Puig, doctor y fellow en cirugía por Harvard University Medical School, quien a menudo comparte sus conocimientos en entrevistas, conferencias y demás actividades. Una de sus últimas reflexiones está relacionada con los miedos: cómo enfrentarse a ellos y conquistarlos, quitando del camino una parte que convierte nuestra estabilidad emocional en una montaña rusa.
“Las emociones van y vienen, y aceptarlas es clave. No se trata de negarlas, sino de elegir actuar con valentía a pesar de ellas. Da el primer paso, por pequeño que sea, y poco a poco irás conquistando tus miedos”, expresaba a través de la descripción del vídeo que compartía este viernes en TikTok. La reflexión de Alonso Puig se basaba en reconocer estas emociones, no evitarlas, y saber cómo y cuándo actuar sin dejar que estas nos controlen.
“Las emociones del ser humano son como una montaña rusa, que hoy estás aquí y mañana estás allí. Que es normal que tengamos momentos de ilusión, momentos de tristeza, momentos de confianza, momentos de desconfianza, momentos de júbilo, momentos de miedo, momentos de frustración. Entonces, no hay que ocultar esas emociones, porque si no da la sensación de que no se puede hablar de emociones, o si se habla de emociones, solo se puede hablar de emociones positivas”, comentaba.
Reconocer el problema
“Lo primero es no tener vergüenza de expresar ese mundo emocional tan variable. Y número dos: transmitir que somos capaces de vivir en base a nuestras decisiones y no en base a nuestras emociones. ¿A qué me refiero? Pues que, si viene una época muy dura que genera tristeza y genera miedo, no hay que tener vergüenza de decir ‘hijos míos, estoy triste, tengo miedo. Pero tampoco hay que quedarse ahí. Hay que transmitir desde la propia vida, observar cómo, a pesar de mi miedo, actúo”, sentenciaba.
Alonso Puig también compartía a través de sus redes sociales la idea de acompañar a la gente frente a sus obstáculos: “Cuando una persona tiene estrés, por ejemplo en volar o entrando en un quirófano, se activa precisamente el eje del estrés, que libera la hormona del miedo, llamada cortisol. Tú fíjate, un pequeño gesto como el que has dicho tú: el comandante o alguien se te acerca, se pone a tu lado tranquilo, hace que liberes una hormona que se llama oxitocina”.