El abuso físico, sexual, el maltrato emocional hacia los niños, la negligencia, tener una madre adicta a las drogas, la muerte de un progenitor, un padre encarcelado, la pobreza o el racismo son solo algunos de los eventos traumáticos significativos que pueden afectar profundamente a los niños. El Dr. Gabor Maté, médico de renombre mundial y autor de varios bestsellers, ha dedicado su carrera a investigar el desarrollo infantil y el impacto del trauma en la salud mental y física a lo largo de la vida. Según sus palabras, define el trauma “no como aquello que te pasó, sino lo que ocurrió dentro de ti como resultado de lo que te pasó”.
En una reciente aparición en el pódcast de Mel Robbins, el Dr. Maté profundizó en cómo los traumas infantiles pueden repercutir en la vida adulta. El experto señaló que “no hay nada malo en nadie, todo lo que uno enfrenta tiene una razón de ser, adaptaciones o respuestas a situaciones difíciles”. A su juicio, cuanto más logre una persona comprender el origen de sus problemas, incluyendo la autocrítica, la vergüenza, el autodesprecio y el perfeccionismo, más fácil será reconocer que tales comportamientos son respuestas a diversas experiencias de vida.

En una reciente aparición en el podcast de Mel Robbins, el Dr. Maté profundizó en cómo los traumas infantiles pueden repercutir en la vida adulta
El trabajo del Dr. Maté sobre el trauma está, en gran medida, influenciado por su propia historia personal, la cual le llevó a indagar en su infancia. Nacido en Budapest, Hungría, en 1944, en una familia judía marcada por los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Su padre no estuvo presente durante su nacimiento debido a que se encontraba en trabajos forzados con el ejército húngaro. En marzo de ese año, el ejército alemán ocupó Hungría y comenzó el Holocausto, que se cobró la vida de medio millón de judíos, incluidos los abuelos del Dr. Maté.
No hay nada malo en nadie. Todo lo que uno enfrenta, fueron adaptaciones o respuestas a situaciones difíciles
Durante su primer año de vida, vivió bajo la ocupación nazi, con una madre aterrorizada y sin saber si su padre estaba vivo o muerto. A los 11 meses, su madre lo entregó a una mujer cristiana desconocida para salvarlo, quien lo llevó con familiares que se encontraban a salvo. El trauma de esta separación y la incertidumbre le dejó una huella profunda en su sistema nervioso, cuerpo y psique. Aunque su madre mantenía un diario de estos acontecimientos, el Dr. Maté no pudo leerlo hasta años después, ya que, según cuenta, intentarlo le causaba mareos, como si su subconsciente supiera que el contenido en esas páginas fuera demasiado doloroso de procesar.

Gabor Maté, médico
En su búsqueda por entender sus traumas personales, el Dr. Maté comenzó a investigar el desarrollo infantil, los impactos de los primeros años de vida y el concepto de trauma, así como sus efectos, tanto en la salud mental como física. Según explica, esta exploración surgió de la necesidad de comprender sus propios comportamientos y las raíces de sus reacciones emocionales.
Cuando tenía 11 meses, para salvarme la vida, mi madre me entregó a una mujer cristiana desconocida en la calle
El doctor ha explicado en el pódcast algunos comportamientos en adultos que indican un trauma no resuelto de la infancia. Sorprendentemente, afirma que en ocasiones son rasgos y comportamientos por los que el mundo te respeta. “El gran éxito, por ejemplo, a veces puede ser resultado de un trauma infantil, porque trabajas tan duro para demostrarle algo al mundo”. El Dr. Maté utilizó su propia experiencia como ejemplo, al hablar sobre su adicción al trabajo, que lo convirtió en un médico exitoso y respetado, aunque por dentro las cosas eran muy diferentes.
Asimismo, Maté explicó que muchas personas que invierten un gran esfuerzo en mantener una apariencia física atractiva suelen estar tratando de obtener la atención y validación que, según él, deberían haber recibido desde su nacimiento. “No se sienten bien si no son atractivas”, comentó, y destacó que esto se hace más evidente con la edad, cuando la desesperación por seguir viéndose jóvenes refleja una necesidad profunda de ser aceptados tal como son.
El doctor enfatiza que existen muchas maneras, tanto físicas como mentales, en las que el trauma infantil puede manifestarse en los adultos. Cada caso es distinto, por lo que no todas las personas presentan los mismos síntomas. Sin embargo, conocer el origen de ese malestar será clave para poder trabajar nuestra conducta y aliviar el dolor que podamos experimentar.