La psicóloga Patricia Ramírez compartía este miércoles, 2 de abril, una profunda reflexión relacionada sobre la educación de los más pequeños de la casa. A través de un vídeo publicado en su perfil de Instagram, la experta, conocida como PatriPsicóloga, avisaba de esas situaciones en las que los hijos hacen todo lo que está en su mano para pertenecer a un grupo. Algo que la psicóloga no recomendaba.
Por ello, la experta desvelaba qué es lo que hay que enseñar a los pequeños de la casa para hacer frente a este tipo de situaciones, algo que iba dirigido a todos aquellos padres y todas aquellas madres que puedan sentirse perdidos y sin saber qué hacer en estas ocasiones.
''Queridos padres, queridas madres. ¿Alguna vez han vivido una escena en la que sus hijos hayan estado sujetos a presiones? A nuestros ojos absurdas, pero estas situaciones les invitan o les condicionan su forma de ser, de estar, les cambia el sentido del humor, su forma de vestir y se transforman en otras personas solo para complacer a un grupo'', comenzaba diciendo.
Según la experta, los hijos pueden ''terminar comportándose como borregos con tal de no fallar al grupo''. Algo que desde pequeños les hacemos saber, diciéndoles que ''cuando obedecen son buenos, les aceptamos y los queremos muchísimo''. Además, la especialista también reconocía que es habitual ''transmitir que cuando nos rebaten, discuten o negocian nos alteran y nos incomodan''.

La educación de los hijos es para los padres un desafío y una responsabilidad muy grande
''Y con esto aprenden que ser obediente significa seguir recibiendo amor y aceptación. Y que cuando disertan un poco de lo que opina el grupo y piensan distinto pueden sentir rechazo. Y esto lo trasladan a las relaciones con los iguales'', aseveraba.
Por este motivo, la psicóloga aconseja ''enseñar a los hijos a poner límites''. ''Enseñen a sus hijos a decir no y que un no, no supone que te dejen de querer. Pertenecer a un grupo no puede suponer dejar de ser tú mismo. Porque si es así, ese grupo no es el tuyo. Sus hijos tienen que hacer prevalecer sus valores. No pueden dejar de ser ellos mismos para complacer a los demás porque hemos nacido para vivir nuestras vidas, no las vidas de otros'', concluía.