Jorge Ángel es un enfermero muy popular en redes sociales como TikTok. El joven profesional de la salud acumula más de seis millones de seguidores en la plataforma favorita de la generación Z, superando así a grandes influencers de nuestro país, como María Pombo, Dulceida, Laura Escanes y Jonan Wiergo, entre otros.
En uno de sus últimos vídeos publicados, el experto habló de una peculiar práctica que numerosos adultos repiten cada noche al irse a dormir: abrazar un peluche. Si bien este gesto se atribuye normalmente a los niños pequeños, Jorge Ángel explicó que es algo común también en las personas más mayores. Además, aclaró que tiene una serie de beneficios.
Tras reconocer que cuando visita a sus padres duerme con su peluche de toda la vida, el especialista explicó su teoría: ''Diversos estudios han demostrado que tener un objeto familiar o un símbolo emocional hace que aumente la relajación, favorece la calidad del sueño, reduce el estrés y la ansiedad. Te da calma, te da seguridad. No solo pasa con los peluches. También con los amuletos, fotografías... Aunque sea algo, muchas veces, psicológico''.
Para terminar su conclusión, el enfermero destacó que los bebés no deben dormir con peluches, mantas ni ningún otro objeto que pueda obstruir sus vías respiratorias, ya que podría ser muy peligroso.
Jorge Ángel, enfermero
Como era de esperar, el creador de contenido recibió numerosos comentarios: ''Y luego queremos que los niños duerman solos'', ''Luego soy yo el crío por jugar a videojuegos'', ''Creo que es porque nos transporta a un mundo en el que no teníamos obligaciones, preocupaciones, ansiedad'', ''Yo duermo con mis peluches y duermo muy bien'', ''Yo viendo este vídeo con mi peluche de apego'', ''Yo tengo 29 años y duermo con dos peluches'', etc.
Un grave problema para dormir
En otra publicación reciente, el sanitario habló de la adicción que tenemos a los teléfonos móviles y de cómo la exposición a las pantallas antes de dormir nos afecta. Según Jorge, la exposición a pantallas puede reducir hasta un 70% la producción de melatonina, la hormona del sueño, lo que dificulta conciliar el descanso y disminuye su calidad.
Además, la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos como móviles o ordenadores altera los ritmos circadianos y engaña al cerebro, haciéndole creer que aún es de día. Mark Williams, experto en neurociencia, recomienda evitar las pantallas al menos una hora antes de acostarse, para poder conciliar el sueño con facilidad y descansar bien.
