Mario Guerra, psicólogo: “Nuestro cerebro se ha vuelto un adicto a la novedad, todo se vuelve tener y no se disfruta”

Desarrollo personal

El especialista lamenta que estemos sumidos en la “trampa mental” eterna de la insatisfacción

Mario Guerra, psicólogo:

Mario Guerra, psicólogo: “”Cuando sientas el impulso de querer más, pregúntate: '¿Es esto algo que realmente deseo o es algo que debería desear?'

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Parece que nunca estamos satisfechos con lo que tenemos. Establecemos una meta y nuestros planes se disparan: cómo conseguirla, la inquietud al ver cómo el camino nos lleva hacia delante. Sin embargo, al conseguirla, esa sensación de satisfacción desaparece. Es más, rápidamente se centra en un nuevo objetivo, sin darnos tiempo a disfrutar de lo conseguido. Así constantemente, en una especie de rueda que parece no tener fin.

La insatisfacción es algo que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Un sentimiento que puede surgir de nuestras relaciones, del trabajo, la situación económica o nuestras expectativas.  Una “trampa mental”, como la denomina el psicólogo Mario Guerra, que puede surgir cuando ni siquiera sabemos por qué la estamos viviendo.

Mario Guerra habla de la insatisfacción, una de las

Mario Guerra habla de la insatisfacción, una de las “trampas mortales” del cerebro.

En la voz de Mario Guerra podcast

Como explica el psicólogo Mario Guerra, esta trampa mental tiene su razón científica. Primero, existe un mecanismo denominado “adaptación hedónica”, y es que los seres humanos somos como “termostatos emocionales” que nos acostumbramos a los cambios positivos.

El especialista, además, explica que en este proceso interviene esa hormona tan conocida, la dopamina, que nos hace buscar cosas nuevas constantemente. “Nuestro cerebro se ha vuelto un adicto a la novedad, siempre buscando el siguiente subidón de dopamina”, explica el especialista, poniendo como ejemplo las redes sociales, donde muchas personas pasan la mayor parte de su tiempo de ocio.

Mario Guerra: “El consumismo instantáneo ha hecho que se pierda el valor de la espera y el esfuerzo. Además, pensamos que siempre hay algo mejor por ahí”

Otro mecanismo a tener en cuenta, según Guerra, es el apego temprano, pues nuestra relación con la satisfacción se forma desde la niñez. “Si crecimos escuchando: ‘podrías haberlo hecho mejor’ o ‘nunca es suficiente’; es probable que hayamos interiorizado esa voz crítica y el efecto se ve en la sociedad, que ha creado el ambiente perfecto para la insatisfacción y la comparación con los demás”, explica.

Young student man using computer laptop and notebook serious face thinking about question, very confused idea

Aún no hemos terminado de conseguir un logro, que ya estamos pensando en el siguiente.

Getty Images/iStockphoto

El especialista explica cuáles son las señales que indican que se ha caído en esta rueda de insatisfacción contínua.

  1. Logras tus objetivos e inmediatamente piensas en qué vendrá después. “No te das tiempo para disfrutar de tus logros y mirarlo con satisfacción. Todos son logros, todo es poseer”, dice. “El objetivo debería ser disfrutar y reflexionar sobre aquello que se ha logrado”.
  2. Tienes dificultad para celebrar los logros conseguidos. Estrechamente unido a lo anterior, Guerra llama la atención hacia esta señal. “Si no te das el tiempo, no hay disfrute ni celebración. No eres capaz de reconocer tu éxito, por lo que darás pie a la comparación”.
  3. Sientes que nunca es el momento de estar satisfecho. “Tener la vista puesta en una meta final es erróneo, pues estar siempre persiguiendo algo que nunca alcanzarás es una fuente de frustración”.
  4. Te cuesta disfrutar el presente. “Estar constantemente planeando no te deja estar aquí y ahora”.
Mario Guerra habla de la insatisfacción, una de las

Mario Guerra habla de la insatisfacción, una de las “trampas mortales” del cerebro.

En la voz de Mario Guerra podcast

Para evitarlo, el especialista recomienda aplicar algunas estrategias efectivas y tratar de sentirnos satisfechos. “Somos suficientemente buenos. No tiene nada de malo considerarnos así. No está mal buscar la excelencia, a veces. Mantener la perfección absoluta no es imposible, pero… ¿Cuál es el precio? Hagámonos la pregunta. Si está acabando con nosotros, quizá es momento de plantearnos qué es lo que necesitamos para sentirnos bien”, insiste el experto. “Cuando sientas que no es suficiente, mira atrás. Luego, mira al presente y mira dónde estás. El futuro ya llegará”.

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