La psicóloga Isabel Rojas Estapé ha compartido su visión sobre la inteligencia emocional, subrayando que no se trata de una cualidad fija, sino de una capacidad que se puede desarrollar e ir mejorando con trabajo y compromiso. “Todos podemos mejorar en inteligencia emocional, siempre y cuando se trabaje”.
Da varias claves para desarrollarla e ir mejorándola
La importancia de mejorar nuestra inteligencia emocional
Según Isabel Rojas Estapé, el proceso comienza por ser conscientes de nuestras propias emociones y aprender a reconocerlas física y verbalmente. “Lo primero de todo es detectar, reconocer y comprender, para luego gestionar las emociones tanto propias como ajenas”, explica. En su experiencia clínica, ha visto cómo muchas personas desestiman esta habilidad por desconocimiento. “Tengo muchos pacientes en consulta que me dicen 'no, no, no, yo es que la inteligencia emocional me parece una tontería' o 'es que yo no necesito trabajarla', error. Todos tenemos que ser conscientes de que de una u otra forma tenemos que mejorarla”, advierte.
Uno de los pasos fundamentales que propone la psicóloga es el desarrollo del autoconocimiento. “Es fundamental que nos conozcamos, pero no para ponernos una etiqueta, sino para ser conscientes de qué cosas nos afectan o nos hacen sentir bien o mal”, señala. Este trabajo interno no solo nos permite gestionar mejor nuestras reacciones, sino también mejorar nuestras relaciones con los demás.
Otro aspecto clave es aprender a observar a los otros con más atención y sensibilidad. Rojas Estapé sugiere actuar como “detectives emocionales”, es decir, esforzarse por interpretar cómo se sienten las personas a nuestro alrededor, incluso aunque al principio sea una suposición. “Aunque te lo inventes, intenta detectar poquito a poquito cómo están las personas de tu alrededor”, recomienda.
Además, destaca la importancia de ampliar el vocabulario emocional. “No estoy bien o mal. Estoy triste, estoy contenta, estoy agotada, estoy saturada…”, enumera, animando a no simplificar un mundo emocional que, según ella, es mucho más rico y complejo.
Por último, invita a ir más allá de las palabras en una conversación. “Cuando estés con personas no pienses solamente en qué está diciendo, sino por qué está diciendo eso”, concluye, señalando que detrás de cada frase puede haber una emoción O una situación concreta que merece ser comprendida.