Las relaciones de pareja pueden ser muy bonitas: se comparten experiencias divertidas, cariño, un apoyo emocional y amor, entre muchos más intangibles. Sin embargo, como en todo tipo de relaciones, también pueden aparecer dinámicas tóxicas o nocivas en las que una o ambas personas sufran.
Algo que sucede a menudo es el hecho de que una persona de la pareja sienta que está aportando más ganas y energía a la relación que la otra. Esta persona sufre, ya que desea que el otro que le priorice y le de un lugar importante en su vida y, si la situación no cambia, acaba descuidándose a sí misma. Así lo asegura la psicóloga Paula Orell.
La experta en salud mental habla sobre este tema en una de sus recientes publicaciones en redes sociales. Apunta que, en muchas ocasiones, las personas esperan a que la otra persona cambie y aguantan durante mucho tiempo en una relación que termina consumiéndoles.
Y es que “el seguir ahí, esperando a que él me diera ese lugar, significaba que yo no me lo estaba dando; que si él no me estaba cuidando en la relación y yo seguía ahí, significaba que yo no me estaba cuidando”, apunta Orell.
La psicóloga añade que el hecho de que la otra persona no respete y le de importancia a tus necesidades y, aún y así, uno decida quedarse en la relación, significa que uno no se está respetando a uno mismo. “He llegado a la conclusión de que yo puedo pedir que me quieran mejor, pero no depende de mí que la otra persona llegue a hacerlo”, expresa la experta.
Relaciones
La psicóloga apunta que, aunque duela y pensemos que ojalá hubiera sido distinto, hay que saber respetar nuestros límites
Paula Orell concluye que lo que sí que está en nuestras manos es querernos bien y respetarnos a nosotros mismos y a nuestras necesidades, y eso pasa por desprendernos de relaciones en las que ya se ve que no nos dan lo que necesitamos y que no hay expectativa de cambio. “Quererme bonito no es seguir en un lugar donde no me están respetando, no me están cuidando y no me están dando el lugar que yo quiero, por lo que irme de ahí es un gesto de amor hacia mí”, termina.