Gabriela Pocoví, médica: “Si cuanto te expones al sol o a temperaturas altas te salen ronchas o te pica el cuerpo, no es alergia”

BIENESTAR

“Ocurre en un sistema inmunitario hipersensible, hiperreactivo y poco tolerante a los cambios, y lo que hace es reaccionar liberando histamina”, explica la médica en un vídeo 

Gabriela Pocoví, doctora y nutricionista

Gabriela Pocoví, doctora y nutricionista

Planeta de Libros

Si alguna vez te has expuesto a temperaturas extremas, ya sea al sol o al frío, y has notado que te salen ronchas, te pica el cuerpo o se te ponen parches rojos en la piel, probablemente hayas oído hablar de la tan temida “alergia al sol” o “alergia al frío”. Son términos comunes que mucha gente usa para describir esas reacciones incómodas, pero lo cierto es que no estamos ante una alergia en sentido estricto. En lugar de eso, lo que realmente ocurre es que tu cuerpo está respondiendo de forma inflamatoria, y la principal responsable de este proceso es la histamina. 

Este tipo de reacciones son más comunes de lo que parece, y aunque el nombre de “alergia” pueda encajar, la realidad es más compleja. En lugar de ser una reacción alérgica clásica, el sistema inmunitario está liberando histamina como respuesta a un cambio en el ambiente, ya sea por la exposición al calor extremo o al frío. Así lo explica la médica Gabriela Pocoví Gerardino en un vídeo en sus redes. “Ni la alergia al sol ni al frío existen. Si cuanto te expones a temperaturas extremas te salen ronchas, te pica el cuerpo o te salen rojeces en forma de parches (diferente al bronceado típico)… Quiero decirte que no es una alergia, es un proceso inflamatorio guiado por la histamina”.

Horizontal

Las fotodermatosis, conocida popularmente como 'alergia al sol', son un conjunto de enfermedades cutáneas que tienen como síntoma o fenómeno primordial la fotosensibilidad patológica

Terceros

La histamina, por tanto, es esa sustancia que se produce naturalmente en tu cuerpo y que se encarga de generar esos molestos síntomas como el picor y las ronchas. Es como una alarma interna que se dispara ante lo que percibe como un peligro o alteración. “¿Qué hay detrás de ello? Un sistema inmunitario hipersensible, hiperreactivo y poco tolerante a los cambios que reacciona liberando histamina (responsable del picor) y mediadores inflamatorios ante cualquier posible cambio de clima o temperatura o sustancia desconocida”, cuenta la médica. 

La clave, según Pocoví, para reducir este tipo de reacciones está en disminuir el proceso inflamatorio que las causa. Para ello, existen varias estrategias que pueden marcar una gran diferencia. En primer lugar, es fundamental seguir una alimentación antiinflamatoria, rica en alimentos que ayuden a reducir la inflamación en el cuerpo, como frutas, verduras, grasas saludables y especias como el jengibre y la cúrcuma. Estos alimentos no solo promueven un bienestar general, sino que también contribuyen a equilibrar el sistema inmunitario, reduciendo así las reacciones exageradas.

“Además, es importante evaluar posibles desequilibrios intestinales, como la disbiosis o la parasitosis intestinal”. Un intestino sano es esencial para que el sistema inmunológico funcione correctamente, ya que gran parte de nuestras defensas están concentradas en el aparato digestivo. 

Alergia al sol

Alergia al sol

Getty Images

Por otro lado, corregir una posible deficiencia de vitamina D. Esta vitamina es esencial para regular el sistema inmunológico, y una deficiencia puede aumentar la predisposición a sufrir este tipo de reacciones. Finalmente, la exposición gradual y controlada tanto al sol como al frío es otro de los pasos esenciales para enseñar a tu cuerpo a adaptarse y reducir su hipersensibilidad. Se recomienda empezar con baños de sol cortos de 15 minutos, en las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, cuando la radiación solar es menos intensa.

A medida que tu cuerpo se acostumbra, puedes ir aumentando progresivamente el tiempo de exposición, siempre sin protección solar al principio para permitir que la piel se adapte. En cuanto al frío, las duchas frías de 3 minutos son una excelente forma de entrenar al cuerpo a tolerar temperaturas extremas. Es importante aumentar gradualmente el tiempo y la intensidad para que tu sistema inmunológico se adapte de manera progresiva y sin causar daños.

Según los estudios 

Los estudios sobre la relación entre histamina y fotosensibilidad, como la urticaria solar, indican que la exposición a la luz UV o visible desencadena la liberación de histamina por parte de los mastocitos, provocando síntomas como ronchas y picor. Investigaciones publicadas en revistas como Actas Dermo-Sifiliográficas (España) y casos clínicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) respaldan el uso de antihistamínicos como tratamiento clave, mientras que guías de la Academia Española de Dermatología (AEDV) destacan el papel de la histamina en estas reacciones.

Aunque el término “alergia al sol” es impreciso, la evidencia confirma que la histamina está involucrada en ciertas fotodermatosis, especialmente en la urticaria solar, donde los antihistamínicos y terapias como el omalizumab (en casos graves) demuestran eficacia. Así que, aunque la idea de tener una “alergia” al sol o al frío puede sonar lógica, en realidad se trata de un proceso inflamatorio, el cual, afortunadamente, puede ser tratado y gestionado de manera eficaz. 

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...