Estar en pareja puede ser una experiencia preciosa: se comparte cariño, experiencias vividas juntos, amor y muchos recuerdos. Sin embargo, en este tipo de vínculos, también es común que aparezcan actitudes nocivas que, si no se trabajan, pueden deteriorar mucho e incluso terminar con la relación.
Uno de los motivos de que haya tensión en una pareja puede ser que una o ambas personas desarrollen un apego evitativo o un apego ansioso. Sobre ellos habla el psicólogo Fran Sánchez en una reciente publicación en redes sociales, donde explica en qué consisten y qué hay que hacer para trabajar estos tipos de apego.
Según cuenta el psicólogo, cuando se da un problema, las personas con apego evitativo, en cuanto se agobian, sienten que la relación va a limitar su autonomía y su libertad, por lo que deciden huir emocionalmente. Por otro lado, cuando hay problemas, las personas con apego ansioso suelen sentir miedo de perder a su pareja y piden reafirmaciones constantes de amor o de que todo está bien.
Estas conductas, explica Sánchez, son placenteras para cada estilo de apego: “Alivian momentáneamente su sentimiento de malestar”, apunta el psicólogo; uno huyendo, y el otro confirmando que su pareja todavía le quiere. Sin embargo, el experto en salud mental asegura que, “si tienes apego ansioso o evitativo y quieres trabajarlo, lo peor que puedes hacer es complacer tus impulsos inmediatos que te ayudan a calmar tu malestar momentáneo”.
Y es que Fran Sánchez explica que, cuando el apego evitativo huye y cuando el apego ansioso recibe reafirmación, se afianza el problema a largo plazo. Y, para aclarar esta idea, pone un ejemplo. Explica que si alguien tiene miedo de que haya un monstruo debajo de la cama y decide comprobarlo, al ver que no hay nada, la persona sentirá alivio. Sin embargo, a largo plazo, el hecho de haber llegado a comprobar si el monstruo estaba allí, afianza el miedo “porque le estoy mandando un mensaje inconsciente a mi cabeza: si yo reviso si está ese monstruo, es porque verdaderamente creo que existe la posibilidad esté”, apunta el experto.
Reacciones en redes
“Es muy triste perder a las personas que amamos por esos apegos...”
Esto hace que creamos que la amenaza irracional que tenemos en la cabeza parezca real. En el caso del apego evitativo, apunta el psicólogo, el hecho de huir “hace real su pensamiento irracional de que las relaciones son una cárcel que limita la independencia y la autonomía”. Lo mismo ocurre con el apego ansioso: “Si ante ese primer pensamiento irracional de que mi pareja me va a abandonar o no me quiere, me surge angustia y actúo en base al pensamiento [preguntando si aún me quiere], lo que estoy haciendo es darle la razón” a ese miedo, concluye Fran Sánchez.