Claudia Nicolasa, psicóloga: “La comida a nivel psicológico también representa el afecto”
‘En la mente de...’
La divulgadora de contenidos de salud repasa con Manu Palop los entresijos de la alimentación y el cerebro
Claudia Nicolasa, psicóloga: “A nuestro cerebro le gusta mucho tener el control de la vida”
Claudia Nicolasa utiliza sus redes sociales para compartir los mejores consejos sobre psicología y que la gente aprenda a analizar a las personas para mejorar su vida y sus relaciones
Nuestro bienestar es esencial para seguir adelante en el día a día. En una sociedad cada vez más extensa y completa, tanto el cuerpo como la mente deben estar preparados para afrontar cualquier consecuencia. Sin embargo, la cabeza es a menudo un elemento olvidado. Tan pronto como nos despistamos, podemos encontrarnos sintiendo dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones.
Una de las muchas conexiones que se analizan es la que puede ocurrir entre la alimentación y el estado del cerebro. Dicha cuestión la ha analizado en profundidad Claudia Nicolasa, autora del libro Es manipulación y no lo sabes, que salió a la venta el pasado 9 de abril. La psicóloga, también presentadora del podcast En la mente de…, comentó qué ocurre para que una persona recurra a la comida para transmitir su afecto a otra.
“A veces la comida a nivel psicológico también representa el afecto. Cuando eres un bebé, la primera manera que tienes de recibir amor y cuidado es con la comida. A nivel emocional, la comida es afecto. Cuando nos juntamos con personas, comemos. Cuando queremos a alguien, queremos que coma bien. Entonces, a veces, cuando hay problemas de afecto en casa, se busca a través de la comida”, profundizaba.
“Puedes haber tocado ahí algo importante que yo nunca había reflexionado a la hora de verlo ligado. Reflexionando lo peor de la relación con mis padres, llegué a la conclusión de qué era no sentirme querido. Que igual ellos los expresan de una manera, pero tú no lo percibes. Yo tenía esa sensación de no ser suficiente, de no ser querido. Nunca recibía afecto físico”, comentaba su invitado, el creador de contenidos Manu Palop.
Realizando conexiones
“Por ejemplo, con estas navidades le di un abrazo a mi padre y recuerdo que no tenía recuerdo ninguno de haber abrazado a mi padre. Con mi madre casi tres cuartos de lo mismo. Eran como relaciones muy frías, muy distantes. Es un poco dicotómico porque en principio son dos extremos, pero sientes los dos a la vez. Sientes que sí que te quieren, pero que no lo suficiente. Y puede que eso tuviera algún reflejo en la comida”, insistía.
Recientemente, Nicolasa también se pronunciaba sobre la manipulación: “Caen mucho en esa competitividad impulsiva, irracional. Entonces, pues son perfiles muy manipulables. También tener evidentemente una baja autoestima, un autoconcepto mal construido, eso también te hace más vulnerable a la manipulación. La impulsividad, porque al final es un rasgo que te hace actuar sin antes pararte a pensar y analizar qué está sucediendo, qué es lo que yo quiero, a qué consecuencias me puede llevar este acto”.