Carolina Molina, psicóloga: ''La herida materna es el dolor emocional que surge cuando nuestras necesidades afectivas no fueron cubiertas en la infancia''

El pasado importa

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Carolina Molina, psicóloga

Carolina Molina, psicóloga

Instagram/@carolina.molina.o

A lo largo de los últimos años, numerosos psicólogos y expertos en salud mental han abordado una cuestión muy importante que afecta a millones de personas en todo el mundo: las heridas de la infancia.

A día de hoy, muchas personas conviven con traumas gestados en los primeros años de sus vidas, los cuales las limitan a la hora de realizar sus actividades cotidianas con total libertad y les impiden alcanzar el bienestar emocional, aunque no haya motivos aparentes para sentirse tristes o infelices. 

Un hombre reflexionando

Un hombre reflexionando

Pexels

En una de sus últimas publicaciones de Instagram, la psicóloga Carolina Molina habló de un término muy popular en psicología que puede explicar el dolor emocional que experimentan muchas personas. En esta ocasión, este concepto se centra en los problemas que ocurrieron durante la infancia en la relación entre madres e hijos, aunque también puede aplicarse al otro progenitor.

La experta en salud mental abordó el tema de la herida materna: ''Es el dolor emocional que surge cuando nuestras necesidades afectivas no fueron suficientemente cubiertas en la infancia''. Tal como señaló en el post de la plataforma de color rosa, esta herida se origina cuando nuestra madre no pudo vernos, escucharnos o validarnos emocionalmente. También puede formarse cuando priorizó sus necesidades sobre las nuestras y cuando hubo una ausencia emocional, incluso si estaba físicamente presente en nuestra vida.

La situación que vivimos en el pasado puede manifestarse en el presente a través de diversas consecuencias físicas y emocionales: baja autoestima y problemas con nuestro amor propio; miedo al rechazo y al abandono; dificultad para establecer y respetar límites; establecimiento de relaciones de dependencia emocional en las que predominan el desequilibrio y la incertidumbre, entre otras.

Según la experta en crianza, para sanar esta situación debemos tomar conciencia de nuestra historia, darnos el espacio suficiente para sentir, validar y afrontar nuestro dolor infantil y, finalmente, aprender a maternarnos a nosotras mismas.

Ser madre no es abandonarse

En otra publicación de Instagram, la psicóloga animó a todas las madres que la siguen a criar a sus hijos desde el cariño, la atención y la asertividad. Sin embargo, dejó claro que no deben perderse en la maternidad ni entregarse por completo, ya que, además de madres, son muchas cosas más: ''Yo también he sido esa mamá que se deja en segundo lugar, la abrazo y le agradezco por los aprendizajes. Un día decidí poner mi bienestar en un primer lugar y entonces entendí que lo merezco''.

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