Mario Guerra, psicólogo: “Una vida emocional dependiente de lo que piensen y digan otros es como tener el termostato roto en una casa”

Bienestar

El especialista apuesta por gestionar las emociones de una manera sana y deshacerse del control de otros

Mario Guerra, psicólogo.

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En la voz de Mario Guerra podcast

La dependencia emocional es un patrón persistente de comportamiento en el que una persona necesita excesivamente de la aprobación de otros para su bienestar, autoestima y felicidad. Se caracteriza por una necesidad insaciable de aprobación y atención, miedo a la soledad, dificultad para tomar decisiones autónomas y tendencia a sacrificar sus propias necesidades para mantener la relación.

Cuando la situación va mal, la persona no se encuentra bien. Está de mal humor, se pelea, no trata bien a los demás, los pensamientos negativos llegan a su mente… Y aún así, no puede evitar pensar en ese apego a los demás.

Mario Guerra, psicólogo.

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El psicólogo Mario Guerra reflexiona sobre la dependencia emocional, comparándolo con el termostato en una casa cualquiera. “Imagina que el bienestar emocional es como un termostato. Si está bien equilibrado, puedes mantener una temperatura agradable sin importar si afuera hacer un frío polar o un calor sofocante. Pero, ¿qué pasa cuando ese termostato se descompone?”, se pregunta.

Es entonces cuando dentro del hogar llegan los problemas. Como explica Guerra, se depende del clima del mundo exterior. “Así funciona exactamente la vida emocional, cuando carecemos de autonomía emocional, somos como esa casa con el termostato averiado, totalmente a merced de lo que otros hagan o dejen de hacer”, sentencia.

Mario Guerra, psicólogo.

El especialista insiste en la importancia de conseguir esta autonomía emocional, sobre todo en este mundo tan conectado en el que ahora vivimos. “Las personas con verdadera autonomía emocional poseen una valiosa autoconciencia”, dice. “Hay que aprender a navegar por nuestras emociones sin perder el rumbo, a pesar de lo que otros digan”.

Síntomas de la dependencia emocional

  • Sentimiento de inferioridad.
  • Se necesita validación constante.
  • Inseguridad y baja autoestima.
  • Miedo a la soledad.
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Sus necesidades y deseos pasan a estar en un segundo plano.
  • Siempre necesita mantener relaciones sociales y de pareja, no sabe estar solo/a. La identidad se desdibuja.
  • Idealización.
  • Permisivos, llegando incluso a aceptar actos de abuso y violencia.

Según Guerra, la dependencia emocional tiene “raíces profundas” en nuestra historia personal, principalmente surgidas desde la infancia. Problemas de abandono, muy baja autoestima desde que somos niños o experiencias significativas de rechazo emocional puede generar un miedo profundo a la soledad y la búsqueda de validación por parte de otros.

Llega un momento que te preguntas qué te gusta realmente y no lo sabes porque has construido tu identidad alrededor de lo que complace a los demás

“Si no aprendemos estrategias efectivas para gestionar emociones difíciles como el miedo, la ira o la tristeza, buscaremos a otros para que lo hagan por nosotros”, explica el psicólogo, que también añade que haber crecido en una cultura de sobreprotección y crítica constante también puede generar una sensación de búsqueda insaciable de aprobación de todo lo que hagamos.

“La autonomía emocional se construye en base al apego seguro, una autoestima sólida, la práctica regular de la introspección y haber tenido experiencias significativas de independencia que no dependen totalmente de factores externos y en las que asumimos sus consecuencias, aunque sean dolorosas”, dice. “Lo importante es que fueron tus decisiones. Esa responsabilidad te hace libre. Fue tu decisión y algo aprendiste”

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