Hay quienes piensan que mantienen una alimentación saludable porque no consumen alimentos ultraprocesados, ni apenas azúcares y grasas. Pero, ¿realmente esto podría considerarse una dieta sana? Se trata de un concepto que va más allá y que está intrínsecamente ligado al de una alimentación variada. Por lo que, a lo largo de la semana, es importante incluir frutas, verduras, cereales, legumbres, carnes, frutos secos, pescados, grasas, aceites y productos lácteos. Siempre en la medida de lo posible teniendo en cuenta la situación particular y las necesidades específicas de cada persona.
En lo que respecta a las proteínas, las carnes y los pescados suelen ser dos de las opciones más comunes. No obstante, merece la pena destacar un alimento que suele quedar relativamente olvidado en la dieta de muchas personas, se trata de los moluscos, como las vieiras o las almejas.
¿Por qué habría que incluir en la dieta alimentos como los moluscos y los crustáceos?
La nutricionista Paloma Quintana, a través de su intervención en el programa de televisión ‘Saber vivir’, destaca la importancia de incluir moluscos y crustáceos en la alimentación diaria, gracias a sus numerosos beneficios para la salud. Los moluscos engloban una familia de la fauna marina que incluye a los bivalvos, caracterizados por presentar dos conchas, aunque lo más correcto sería denominarlas valvas, que protegen su cuerpo. Las chirlas, las vieiras y los berberechos son algunas de las que se pueden encontrar en el supermercado. ¿Por qué son positivas para el organismo? La especialista apunta a su alto valor nutricional como un factor determinante. “Lo que hacen es filtrar el agua del mar, por tanto, concentran muchos nutrientes”, asegura.
Estos alimentos representan una fuente de minerales, como el hierro, el fósforo y el zinc, esencial para el correcto funcionamiento del organismo. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) los señala como indispensables. Por ejemplo, el hierro resulta imprescindible para transportar el oxígeno a distintas partes del cuerpo, además de fortalecer tejidos como el de los músculos. Mientras que el zinc está fuertemente ligado al metabolismo y el fósforo para la formación de estructuras, como los huesos y los dientes. Por otra parte, los bivalvos también son una excelente fuente de proteínas.
Paloma Quintana también aconseja incluir en las comidas crustáceos como la gamba, que igualmente aportan proteínas, minerales y vitaminas, así como ácidos grasos Omega-3, uno de los alimentos que ayuda a reducir los niveles de colesterol, según la Universidad de Harvard.


