A veces conocemos a alguien y no podemos soportar algunas de las cosas que hace. Puede ser una actitud, una dinámica de comportamiento e incluso un rasgo físico que no nos guste. Y no siempre nos sucede con alguien que nos cae mal; de hecho, es muy posible que se nos despierte este rechazo con personas cercanas.
Sobre ello habla la psicóloga Carolina Andersson en una de sus recientes publicaciones en redes sociales. En el vídeo, la experta en salud mental asegura que las cosas que nos molestan mucho de los demás, en realidad nos están enseñando aquellas cosas que no hemos resuelto con nosotros mismos.
Y es que las demás personas a menudo actúan en forma de espejo, aunque no lo creamos. Cuando algo de lo que hacen no nos gusta y nos provoca mucho enfado, es muy probable que esta emoción provenga de una herida con un comportamiento que nosotros mismos llevamos a cabo, ya sea porque hacemos lo mismo o tendemos a actuar de forma contraria al otro.
Para hablar sobre el tema, la experta pone como ejemplo la conversación que tuvo hace poco con una amiga suya: “Vio algo en el móvil y empezó a cabrearse bastante”, explica. Andersson cuenta que su amiga le dijo: “Te juro que me da una rabia que mi novio tenga esa parsimonia por la vida... Es que me pone enferma”.
Su respuesta fue la siguiente: “Eso que te molesta tanto de tu novio solo te está mostrando lo que aún no has resuelto contigo misma. Esa parsimonia de tu novio te está mostrando justamente la parte que has apartado de ti y que no te permites ser desde tu autoexigencia”.
Reacciones en redes
“¡Qué bien explicado! No lo había pensado así”
Carolina Andersson aclara que el perfeccionismo de su amiga ha hecho que ella misma no se permita ir con esa “parsimonia” por la vida y estar más relajada y, justamente al ver que su pareja actúa de esta forma, choca con esta limitación. “Le está dando en su propia herida. Esta parte más pasota es la que justamente ella tendría que reconocer e integrar para tener un mayor equilibrio”, concluye la psicóloga.