El psicólogo David Corbera ha reflexionado sobre un tema que afecta a muchas personas y que está muy a la orden del día en la sociedad actual: la obsesión por el control. Según Corbera, “muchas personas quieren tenerlo todo bajo control, todo planeado y sin sorpresas”, pero advierte que esta necesidad de control puede tener efectos negativos en nuestra vida emocional.
Es importante dejarse sorprender por la cosas de la vida
El control te cierra a lo inesperado
“El control no nos protege, nos apaga”, afirma David Corbera, explicando que, aunque a menudo se busca el control como una forma de sentir seguridad, en realidad, lo que se consigue es lo contrario. “El control es solo una ilusión”, explica dejando claro que quienes intentan controlar todo en sus vidas se están cerrando a lo inesperado, a lo nuevo y a lo vivo.
El psicólogo señala que la vida, por su naturaleza, está llena de incertidumbre y sorpresas. “Vivir es una aventura y toda aventura tiene incertidumbre, riesgo y emoción”. Para él, el deseo de tener todo bajo control hace que las personas pierdan la capacidad de disfrutar de esos momentos espontáneos y emocionantes que dan vida a nuestras experiencias.
Es decir, el control, lejos de proporcionar una sensación de protección, puede hacer que la vida pierda movimiento y dinamismo. “Quien desea controlar todo cierra la puerta a lo inesperado”, explica David Corbera, destacando que la vida debe ser vivida con una cierta dosis de incertidumbre que nos permite crecer y experimentar. Según él, aprender a aceptar las cosas imprevisibles que puedan pasar es esencial para vivir de manera plena.
Finalmente, Corbera hace un llamado a la reflexión repitiendo su mantra e invitando a las personas a cuestionar su necesidad de control porque “”el control, en lugar de protegernos, nos apaga”.

