Pocos conocen a Tessa Romero en persona, pero su historia ha llegado a conmover a millones de personas en todo el mundo tras ser incluida en uno de los libros del doctor Manuel Sans Segarra, La supraconsciencia existe: vida después de la vida.
La periodista malagueña, de 50 años, padecía una enfermedad rara, mortal y sin tratamiento. Como relata a Carlos Roca en su podcast, Roca Project, cuando le dieron la noticia de que iba a morir sintió hasta vergüenza de contarlo a sus seres queridos. Una mañana, cuando llevaba a sus hijas al colegio, sintió que algo iba terriblemente mal. Poco después y sin previo aviso, su corazón dejó de latir.

La periodista y escritora Tessa Romero, con Carlos Roca en The Roca Project.
Los médicos de la clínica a la que fue trasladada trataron de reanimarla y devolverla a la vida, sin éxito. No obstante, esos momentos cambiaron su vida para siempre, pues experimentó 24 minutos en parada cardiorrespiratoria en la que vivió una experiencia cercana a la muerte.
“Soy una persona normal que ha vivido una experiencia extraordinaria”. Así se presenta la periodista y escritora, autora de 24 minutos en el otro lado, libro que presenta en el podcast y cuenta su emocionante viaje a esta dimensión, donde asegura mantuvo un contacto extracorpóreo con otros seres. Una aventura que ahora transmite con el fin de ayudar a otros a comprender el sentido de la vida, pero también a perder el miedo a la muerte para afrontarla en paz y con la certeza de que es el despertar hacia algo nuevo al otro lado.
Tessa Romero: “Vivía una vida con dolor. Me liberé automáticamente.
“Yo había sentido una calma… Una calma enorme. El último recuerdo que tengo es el de la enfermera. La veía llorar. Lo último que pensé antes de la ‘muerte clínica’ fue por qué esa chica podía ser feliz y tan guapa y yo no”, revela. “Luego estudias tu vida, miras atrás y dices, cómo tenía la autoestima”.

La periodista y escritora Tessa Romero, con Carlos Roca en The Roca Project.
Tras su muerte clínica, Tessa Romero vivió una experiencia extracorpórea. Algo que ella misma pudo narrar posteriormente con todo lujo de detalles tras su reanimación. “Podía verlo todo, traspasar las paredes, flotando. Se parece mucho a ir en globo”, explica. “No sientes nada físico”.
Romero cuenta que durante esa experiencia extracorpórea, tuvo voluntad propia y pudo ver a sus seres queridos, siendo consciente de lo que sucedía en varios espacios a la vez. “No sentí pena cuando ví a mis hijas, un poquito de añoranza; pero yo sabía que las iba a ver muy pronto”, matiza. “No es que no me importaran mis hijas, es que estaba viviendo algo muy conocido, no era consciente de que estaba muerta”.

La periodista y escritora Tessa Romero, con Carlos Roca en The Roca Project.
La periodista se dio cuenta de que estaba “muerta” cuando vio su cuerpo. “Hay un momento que sí me reconozco, pero… Para mí era tan natural estar ahí. Es como un país al que has ido miles de veces. Estaba muy tranquila. No tienes susto, no tienes miedo, ni confusión”, explica, recordando que solo se enfadó cuando vió que la tocaban y fue “consciente” que si seguían tocando su cuerpo iba a “volver” a la realidad. “Objetivamente llegas a morir, yo no recuperé el pulso hasta que llegó la ambulancia”, explica.
Tessa Romero: “Esa famosa luz existe, es cegadora y muy brillante. Sabía que tenía que ir hacia allá, con mis padres, mis abuelos; no tenía conciencia de que estaba muerta”
Aquellos con los que contactó le decían que tenía que volver, como su amiga Isabella, quien murió años atrás de leucemia; igual que sus familiares. “No era un cuerpo humano. Detrás había una serie de hombres con túnicas blancas, con ojos verdes y pelo rubio. Son personas, pero yo sabía que no eran humanas. Uno de ellos era mi guía”, explica.
Esos seres estuvieron junto a ella en todo momento, incluyendo cuando se apareció en entierro de su madre, quien aparentemente habría muerto tras su propia muerte. Un posible futuro que, por suerte, no se dio. “Me da mucha tranquilidad. Esto es importante, porque no entendía por qué la gente sufría en el entierro si nos íbamos a ver pronto”, explica.
Para la periodista, esta experiencia habría durado años, aunque solo estuvo muerta clínicamente 24 minutos. ”El tiempo no tenía nada que ver. Es un invento humano”, asegura. “Cuando volví a mi cuerpo me choqué contra el tiempo terrestre y fue como sentirme en una jaula. Es terrible”.
Para los que dudan de su testimonio, Romero cuenta: “No llevaba ninguna droga, a mí no me administraron nada. No es una alucinación. En todo momento sabes lo que estás viendo, lo que estás sintiendo. Es una supraconciencia”, insiste. “Sientes un amor de verdad. Un amor sin condiciones. Una persona tan escéptica como yo… Ha vivido esto con un 100% de realidad. Con eso te lo digo todo”.