Cuando se acercan los meses de calor, surgen muchas dudas sobre el uso del retinol. A menudo se tiende a asociar el verano con rutinas de cuidado facial más suaves y ligeras, evitando activos potentes para “no sobrecargar la piel”. Pero esto no aplica al retinol.
Este ingrediente, uno de los más utilizados y con mayor respaldo científico en dermatología y cosmética, pertenece a la familia de los retinoides, derivados de la vitamina A. Está presente en numerosos tratamientos antiedad y contra el acné por su capacidad para mejorar la textura, el tono y la firmeza de la piel.

Mujer haciéndose el skincare
Sin embargo, cuando suben las temperaturas, muchas personas se replantean su rutina y se preguntan: ¿Puedo seguir usando retinol en verano? ¿Y si quiero empezar ahora? ¿Con qué activos se puede combinar? Son dudas muy frecuentes, pero la respuesta es clara.
Desde Two Poles, la marca cosmética de Anna Fuster, lo tienen claro: no solo puedes usar retinol en verano si tu piel ya está acostumbrada (retinizada), sino que deberías hacerlo. ¿Por qué? Porque el retinol requiere constancia. Su efecto no es inmediato: empieza a actuar tras un uso continuado de entre 4 y 6 meses, aunque algunos resultados pueden notarse ya a partir de las 8 semanas.
Por eso, si abandonas el retinol durante el verano, corres el riesgo de perder los avances logrados y tener que empezar de nuevo en otoño. La clave está en usarlo con cabeza: adaptar la concentración, aplicarlo por la noche, y acompañarlo siempre de protección solar alta durante el día.
Los consejos de Anna Fuster para utilizar retinol en verano
Cómo adaptar el uso de retinol en verano sin renunciar a sus beneficios: Para minimizar posibles irritaciones asociadas al uso de retinol durante el verano, es aconsejable ajustar su frecuencia. “Si normalmente lo aplicas entre 3 y 4 noches por semana, puedes reducirlo a 2 o 3 noches. Así, tu piel sigue expuesta al activo sin llegar a olvidarlo, manteniendo los beneficios a largo plazo”, cuenta la experta.

Retrato pareja
Siempre se debe poner protección solar: “Este paso es innegociable, tanto si usas retinol como si no, y en cualquier época del año. Aplicar protector solar cada mañana y reaplicarlo cada dos horas es imprescindible para proteger la piel frente a la radiación UV, especialmente si estás utilizando activos fotosensibilizantes”, explica Fuster.
Baja concentración o fórmulas equilibradas: Otra forma de minimizar las molestias que puede causar el retinol con altas temperaturas es optar por concentraciones más suaves o fórmulas combinadas con ingredientes calmantes. Por ejemplo, si estás usando un 0,5 %, podrías bajar a un 0,3 %, preferiblemente en formato encapsulado, que es más respetuoso con la piel.
¿Primera vez con retinol? Mejor esperar: En el caso de que no utilices retinol de forma habitual o nunca, lo más recomendable es esperar hasta finales del verano para incorporarlo con mayor seguridad y eficacia.