¿Te imaginas poder detectar el TDAH sin largas entrevistas, sin pruebas clínicas interminables y sin cuestionarios difíciles de interpretar? Pues parece que ese futuro ya está más cerca de lo que pensamos. Según ha explicado el óptico-optometrista Alberto Villarroya en un vídeo en su cuenta de TikTok (@enfoquevisual_byalberto), ya es posible detectar este trastorno simplemente con una fotografía del ojo.
Un modelo con más del 96 % de acierto
Una fotografía ocular que detecta el TDAH
No se trata de una ocurrencia ni de un truco de redes. Detrás hay ciencia, y de la buena. Un equipo de investigadores de la Universidad de Yonsei, en Corea del Sur, ha conseguido desarrollar un sistema que, usando inteligencia artificial, analiza imágenes del fondo del ojo y detecta señales compatibles con el TDAH con una precisión cercana al 97 %. Lo han publicado recientemente en la revista npj Digital Medicine.
El estudio se centró en 646 niños y adolescentes, casi la mitad con diagnóstico de TDAH y la otra mitad sin él. Capturaron más de mil imágenes de retina y las analizaron con un programa llamado AutoMorph, capaz de identificar patrones en los vasos sanguíneos del ojo, su forma, grosor y también en el disco óptico. Esa información, que a simple vista pasaría desapercibida, fue clave para entrenar al sistema.
Uno de los modelos utilizados, conocido como XGBoost, fue el que mejores resultados dio: acertó en un 96,9 % de los casos, con una sensibilidad del 91,6 % y una especificidad del 92 %. Villarroya lo resume así: “El estudio identificó biomarcadores de la retina como mayor densidad vascular y alteraciones en el disco óptico en la gran mayoría de pacientes con TDH”. En otras palabras: nuestros ojos cuentan más de lo que creemos.
Aunque el método no pretende sustituir los diagnósticos médicos tradicionales, sí podría convertirse en una herramienta rápida y no invasiva para detectar el trastorno a gran escala. Solo en España, se estima que este sistema podría ayudar en el diagnóstico temprano de unos 500.000 niños y adolescentes, y cerca de un millón de adultos.
Una fotografía del fondo de ojo puede proporcionar información significativa para predecir el TDAH”
El estudio también aplicó una técnica llamada SHAP, que permite entender mejor cómo toma decisiones la inteligencia artificial. Y lo que encontró fue interesante: la densidad de los vasos sanguíneos y el tamaño del disco óptico fueron los factores más determinantes para detectar el TDAH. Además, el modelo fue capaz de identificar dificultades asociadas a la atención visual con una precisión del 87 %.
En un contexto donde los métodos actuales de diagnóstico son lentos, caros y, a veces, poco claros, este descubrimiento plantea una alternativa accesible y estandarizada. Pero, como en toda innovación médica, no faltan las precauciones: los expertos recuerdan que los resultados deben validarse en poblaciones más diversas, especialmente en adultos y en países fuera de Corea del Sur, para confirmar su eficacia y evitar errores por exceso de confianza en los algoritmos.
Aun así, este hallazgo abre la puerta a nuevas formas de entender el vínculo entre el ojo y el cerebro. Porque sí, el TDAH se manifiesta en la conducta, pero también deja huellas físicas en nuestro cuerpo. Y puede que pronto, gracias a algo tan sencillo como una fotografía, podamos verlas antes de que se conviertan en un problema sin respuesta.