Álvaro Bilbao, neuropsicólogo: “Comparar a tu hijo con otros puede hacerle sentir traicionado, como si le clavaras un puñal en el corazón”

Hijos

El Dr. Álvaro Bilbao es un prestigioso neuropsicólogo y doctor en Psicología de la Salud, además de psicoterapeuta, escritor y formador en disciplina positiva

El neuropsicólogo Álvaro Bilbao propone transformar los errores cotidianos en oportunidades para fortalecer el vínculo con nuestros hijo

Álvaro Bilbao

alvarobilbao.com

Conseguir que tus hijos crezcan con confianza y con una autoestima fuerte y saludable no es tarea fácil. Requiere mucho trabajo consciente y, por suerte, hay muchas cosas que puedes hacer para contribuir a ello.

Como padre o madre, es probable que en algún momento hayas sentido que se te viene el mundo encima, que no eres suficiente o que no sabes si lo estás haciendo bien. Pero no existe un único método correcto para criar: hay muchas formas distintas de afrontar la crianza.

Aun así, existen algunos factores que pueden reforzar los aspectos positivos y ayudarte a construir una relación más sana y respetuosa con tus hijos.

El Dr. Álvaro Bilbao es un prestigioso neuropsicólogo y doctor en Psicología de la Salud, además de psicoterapeuta, escritor y formador en disciplina positiva, especialmente en el ámbito de la crianza y la educación infantil.

A través de sus redes sociales, donde acumula más de 2,4 millones de seguidores, divulga contenido sobre crianza positiva para ayudar a madres y padres a educar a sus hijos “sin gritos ni castigos”.

Niño triste

Niño triste

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No permitirle pasarlo mal:  Si cada vez que tu hijo se pone triste intentas animarlo, si cada vez que se frustra lo ayudas, o si cada vez que se enfada intentas calmarlo, en el fondo le estás enviando dos mensajes: (1) “No está bien sentirse mal” y (2) “Papá y mamá no confían en que tú solo puedas gestionar estas emociones difíciles”. Así, sin querer, le estás quitando la oportunidad de desarrollar resiliencia emocional. Permítele enfrentarse a sus emociones y acompáñalo solo cuando te lo pida o realmente no pueda solo.

Corregirle delante de los demás: ¿Te gustaría que tu pareja te corrigiera en público? Cuando le dices a tu hijo delante de otros frases como “No hagas eso”, “¿En qué estabas pensando?” O “Eres muy tímido”, estás debilitando su autoconcepto y su seguridad. Sé cuidadoso: si necesitas corregirle o enseñarle algo, hazlo en privado, lejos de la mirada de los demás.

Compararle con otros niños, amigos o hermanos: “Tu hermano ya ha recogido sus juguetes”, “Nicolás ha trepado al árbol” o “María saluda a todo el mundo”. Frases como estas, aunque parezcan inofensivas, calan hondo. Cada comparación se siente como una pequeña puñalada en el corazón de un niño, una forma sutil de traición emocional. Los seres humanos valemos por lo que somos, no por cómo nos medimos frente a los demás.

Si quieres que tu hijo crezca con seguridad en sí mismo, evita las comparaciones. Ayúdale a mejorar con respecto a sí mismo, no en relación con los demás.

Familia jugando

Familia jugando

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Reconocerles solo por sus logros: “¡Qué dibujo más bonito!”, “¡Mira qué puzle tan difícil ha resuelto Martina!”, “¡Has sacado muy buenas notas!”. “Elogiar está bien, pero si solo valoramos sus resultados, les estamos enviando un mensaje peligroso: vales por lo que consigues”, explica el experto.  Cabe recordar que tus hijos valen mucho más que sus logros. Valen porque son curiosos, valientes, generosos. “Valen porque lo intentan, porque se equivocan y vuelven a empezar, porque ríen, disfrutan y juegan”, añade. Si solo aplaudes lo que hacen, nunca llegarán a ver lo valioso que es simplemente ser. Míralos con amor y admiración, por quienes son, no solo por lo que logran.

Evitar conversaciones difíciles: Puede que necesite más límites con las pantallas, que coma más verduras o que le animes a estudiar un poco más. Tal vez haya llegado el momento de hablar sobre sexualidad, emociones o respeto hacia los demás.

Evitar estas conversaciones o tratarlas con condescendencia no le ayuda. Al contrario, tu claridad y coherencia como adulto son clave para que crezca con una imagen realista y sana de sí mismo. Cuida tus palabras, sí, pero no evites los temas importantes. A veces, lo que más necesita escuchar es justo lo que más cuesta decir.

Darle demasiada responsabilidad emocional:  Discusiones constantes entre los padres, no permitirles expresar emociones propias de su edad, como celos, rabietas o miedos, o una falta de contención emocional por parte de los adultos que les obliga a suprimir sus propias necesidades para regular a los demás... Todo esto coloca una carga emocional que no les corresponde. Tus hijos necesitan poder ser niños antes de asumir cualquier responsabilidad emocional propia de los adultos. Proteger su infancia también es darles el espacio para sentir, equivocarse y ser sostenidos sin culpa.

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