Elena Casado, anestesióloga: “Puedes operarte con la regla, pero jamás entres al quirófano con tampón ni copa menstrual”
Protocolos quirúrgicos
La anestesióloga explica qué objetos no deben entrar nunca al quirófano y por qué el uso de tampón o copa menstrual durante una intervención puede ser un riesgo grave para la salud
Antes de pasar por quirófano a cierta edad, prepárate “como quien prepara una maratón”
La anestesióloga Elena Casado explica por qué es peligroso operarse con tampón o copa menstrual
¿Sabías que operarte mientras tienes la regla es completamente seguro? Pero atención: “Jamás entres al quirófano con tampón ni copa menstrual”, advierte Elena Casado, anestesióloga y divulgadora en su cuenta de TikTok (@medicilio).
Su explicación es clara: si durante la cirugía surge una complicación, como la necesidad de ingreso en la UCI y el paciente queda inconsciente, nadie sabrá que lleva un tampón o una copa menstrual puesta, lo que puede acabar en una infección grave. “Puede provocar un shock séptico que te puede matar. Esto no es broma”, subraya.
El riesgo no es la menstruación
Por qué no se puede llevar tampón ni copa menstrual en quirófano
Casado lo resume de forma contundente: “Si no puedes llevar ropa interior, tampoco puedes llevar tampón ni copa menstrual”. La razón es médica y completamente lógica. Si un dispositivo interno queda olvidado porque el paciente pierde la consciencia —algo que puede ocurrir en cirugías largas, complicadas o con ingreso imprevisto en UCI—, se convierte en un foco de infección severa.
En situaciones extremas, esto puede derivar en un shock séptico, una reacción del organismo a una infección generalizada que pone en riesgo la vida. Lo confirma también la literatura científica: según la 'Mayo Clinic' y las guías de la 'Sepsis Alliance', cualquier cuerpo extraño olvidado en un paciente inconsciente puede desencadenar una infección grave, incluida la sepsis.
De hecho, este riesgo es lo que hace que, desde hace años, los protocolos anestésicos prohíban el uso de tampones y copas menstruales durante cualquier cirugía programada, como ya recoge el 'Manual de Buenas Prácticas en Quirófano de la Asociación Española de Anestesiología y Reanimación' (SEDAR).
No pasa nada si tienes la regla. Pondremos empapadores en la mesa del quirófano. Lo que no se puede es llevar tampón ni copa”
La propia anestesióloga tranquiliza a quienes se preocupan por cómo gestionar la menstruación en quirófano: “No pasa nada. Pondremos empapadores en la mesa del quirófano. Si hay algo de lo que no tenemos miedo en un quirófano, es de la sangre”, asegura.
El equipo médico está preparado para ello. No hay problema en que el paciente tenga la regla durante la operación; el problema no es la menstruación, sino el riesgo de infección que supone un dispositivo interno que puede quedar olvidado.
Piercings, ropa interior, tabaco y dentadura
Otras cosas que jamás debes llevar a quirófano
En el mismo vídeo, Elena Casado repasa otros cinco elementos que no deben acompañarte nunca en una cirugía:
- Fuera piercings, pendientes y joyas. Son un riesgo porque pueden engancharse, provocar heridas o incluso generar quemaduras si se usa bisturí eléctrico, debido a la conducción del metal.
- Fuera ropa interior. Salvo excepciones muy concretas como cirugías menores en la cara u oftalmológicas, la ropa interior debe quitarse.
- Sin tampón ni copa menstrual. Por el riesgo de infección grave si se complica la cirugía.
- Fuera tabaco. Dejar de fumar al menos 24 horas antes mejora la anestesia y desde una semana antes mejora notablemente la recuperación. A partir del mes, el cambio es abismal.
- Fuera dentaduras postizas. Ya sean parciales o totales, deben retirarse para evitar atragantamientos o que se desplacen durante la intubación.
Su recomendación no es solo sobre dispositivos físicos. También explica que “solo con dejar de fumar las 24 horas previas ya mejora la anestesia”, y si puedes hacerlo una semana antes, la recuperación postquirúrgica es mucho mejor. Dejarlo un mes antes multiplica los beneficios: mejora la oxigenación, disminuye el riesgo de infecciones respiratorias, y reduce hasta un 40 % las complicaciones en la cicatrización, según datos del Centro Nacional para la Prevención y Control del Tabaquismo.