Marta León, experta en digestión: “Es un error pensar que debemos beber mucha agua durante las comidas; en realidad, esto puede dificultar la digestión provocando hinchazón o gases”

Bienestar

Modificar pequeños hábitos en la forma de comer puede tener un buen impacto en la salud digestiva

Marta León, experta en salud femenina y digestión

Marta León, experta en salud femenina y digestión. 

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En una sociedad donde el tiempo parece acelerarse sin pausa, los humanos hemos adoptado hábitos alimentarios poco conscientes, adaptándonos a las demandas de la vida moderna: muchos comemos con prisa, terminando nuestras comidas en apenas unos minutos, vemos la televisión o revisamos el móvil mientras ingerimos alimentos y, posiblemente bebemos bastante agua durante las comidas, un hábito muy común, pero que en realidad, puede conllevar algunos problemas digestivos.

Cuidar nuestros hábitos a la hora de comer es fundamental para una buena salud digestiva.

Cuidar nuestros hábitos a la hora de comer es fundamental para una buena salud digestiva.

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Los problemas digestivos son cada vez más frecuentes: hinchazón, gases o fatiga tras las comidas se han vuelto síntomas habituales. La experta en salud digestiva, nutrición y salud hormonal femenina, Marta León, comparte a través del pódcast Tiene sentido, dos hábitos aparentemente inofensivos que podrían empeorar estas molestias.

Uno de ellos es beber grandes cantidades de agua durante la comida, un hábito que muchos adoptan pensando que ayuda a facilitar la digestión. Sin embargo, esto no es del todo correcto, ya que en exceso puede resultar contraproducente. 

“Es un error porque cuando bebemos mucho durante la comida, esto lo que hace es que diluye los jugos gástricos. Si nosotras bebemos agua, estamos diluyendo esa acidez, estamos diluyendo esos jugos gástricos”, explica. “Si diluimos esos jugos gástricos, podemos llevarnos a nosotras mismas a una situación que se llama hipoclorhidria, que es como de baja acidez y esa baja acidez hace que las digestiones sean más lentas, más largas y menos eficientes”, añade.

Es un error pensar que debemos  beber mucho durante la comida, ya que se diluye los jugos gástricos

Marta LeónExperta en digestión

La hipoclorhidria es una condición en la cual el estómago no produce suficiente ácido clorhídrico (HCI), esencial para la digestión de los alimentos y la absorción de ciertos nutrientes. Al no tener suficiente acidez,  la digestión se vuelve más lenta y menos eficaz, permitiendo que fragmentos de alimentos fermenten en el intestino, generando inflamación abdominal, gases y malestar. 

Aunque puede parecer un detalle sin importancia, advierte que beber puede alterar el ácido del estómago, afectando significativamente a la microbiota intestinal. Lo que León recomienda es beber solamente un poco durante la comida, lo suficiente para ayudar al paso del alimento. “Luego seguramente, claro, como la cosa no está del todo bien hecha, cuando pasa al intestino, pues igual hay algún trocito de más que fermenta un poquito más”, añade.

El pan se puede comer después, pero que no sea el principio

Marta LeónExperta en salud femenina

El segundo hábito que León recomienda revisar es comenzar la comida con pan, otra costumbre muy común en nuestra sociedad. Según la experta, lo ideal sería iniciar la comida con vegetales ricos en fibra, que nutren la microbiota intestinal y ayudan a generar mayor saciedad. 

“El pan se puede comer después, pero que no sea el principio. Es como que lo primero que reciba nuestra microbiota del estómago sea una fibra prebiótica que la ayude no solamente a hidratarla, porque también dentro de las hojas verdes o de la zanahoria hay toda una hidratación celular, sino que la ayude a fabricar enzimas digestivas”, afirma.

Este planteamiento está respaldado por la ciencia, ya que al consumir primero un alimento rico en carbohidratos simples, el cuerpo absorbe más deprisa la glucosa, lo que pude generar un pico de insulina. En cambio, si comenzamos con verduras ricas en fibra, esto ralentizará la digestión de los azúcares que vienen después como puede ser el pan.

Estos pequeños hábitos podrían tener un impacto significativo, especialmente en mujeres que buscan mejorar su metabolismo y combatir la inflamación o regular el azúcar en sangre.  “Es ideal para las mujeres que están en una pre diabetes, diabetes o mujeres que han cogido un pelín de peso y están agobiadas con el tema” señala. 

Marta León defiende que cuidar de la salud femenina con consciencia y coherencia es, en realidad, un acto de amor propio. Por eso, recalca que la salud no es solamente  lo que comemos, sino de cómo lo hacemos. Escuchar al cuerpo y entender sus señales es primordial para dar un paso hacia un bienestar más saludable.

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