Silvia Severino, psicóloga: “Si vas a comprarte una casa o estás yendo al gimnasio, no se lo digas a nadie. A las personas no les gusta ver a los otros triunfar”

Salud Mental

La psicóloga recuerda como compartir nuestras alegrías puede despertar envidias, prejuicios, rechazos o silencios inesperados por parte de quienes creíamos cercanos

Silvia Severino, psicóloga

Silvia Severino, psicóloga

Cuando algo bueno nos ocurre, sentimos el impulso inmediato de compartirlo. Las redes sociales han hecho que comunicar nuestras alegrías sea tan sencillo como pulsar un botón en la pantalla del móvil. Parece casi una obligación hacerlo: subir una foto de la graduación, de la compra de una casa o del nacimiento de un hijo. Cada post es como un pequeño trofeo digital que confirma lo mucho que hemos trabajado para conseguir alguna cosa y cada “like” actúa como un refuerzo positivo que nos lo confirma.

Nunca antes había sido tan fácil conectar con desconocidos. La parte positiva es evidente: las redes nos permiten mantener el contacto con personas que están lejos o a las que no podemos visitar con frecuencia. Sin embargo, esa sobreexposición también tiene un lado menos amable. Compartir nuestras alegrías puede despertar envidias, prejuicios, rechazos o silencios inesperados por parte de quienes creíamos cercanos. Lo que empieza como una celebración puede revelar la verdadera naturaleza de algunas relaciones.

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Cuando algo bueno nos ocurre, sentimos el impulso inmediato de compartirlo

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La psicóloga Silvia Severino ha lanzado un mensaje contundente que ha resonado con fuerza en redes sociales: “¿Vas a comprar una casa? No se lo digas a nadie. ¿Estás yendo al gimnasio? No se lo digas a nadie. ¿Te estás levantando temprano? No se lo digas a nadie.” Su recomendación es clara y directa: mantén tus proyectos personales en silencio.

A las personas no les gusta ver a los otros triunfar. Hay mucha curiosidad acerca del fracaso del otro

Silvia Severino,psicóloga

Según Severino, muchas personas no saben alegrarse realmente por los éxitos ajenos. “A las personas no les gusta ver a los otros triunfar. Les gusta verles fracasar. Hay mucha curiosidad acerca del fracaso del otro.” Esta afirmación, aunque dura, nos recuerda una verdad incómoda: no todos los entornos son seguros emocionalmente para compartir nuestros sueños.

Además, otro de los riesgos que debemos asumir cuando compartimos un proyecto en sus primeras etapas, es que nos exponemos a opiniones no solicitadas o críticas disfrazadas de consejos. Estos comentarios pueden debilitar nuestra motivación o hacernos dudar de nuestras capacidades. En cambio, al mantenernos en silencio, protegemos ese proceso interno tan frágil que implica emprender, cambiar o mejorar.

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La próxima vez que empieces algo nuevo, piénsalo dos veces antes de contarlo

YULIYATABA

Esto no significa que debamos vivir aislados o desconfiar de todo el mundo. Pero sí implica desarrollar una cierta inteligencia emocional para elegir bien a quien le contamos nuestros planes. Hay personas que celebran nuestros logros de forma sincera, pero también hay quienes se sienten amenazados o incómodos ante el progreso ajeno. Cada persona tiene sus circunstancias y una reacción u otra no indica que sean mejores o peores, pero saber escoger bien a quien contarle nuestros logros nos ahorrará situaciones incómodas o decepciones personales en un futuro.

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Así que la próxima vez que empieces algo nuevo, piénsalo dos veces antes de contarlo. No por miedo, sino por estrategia. Porque a veces, el silencio no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. 

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