Silvia Gismera, psicóloga del sueño: “No te has acostumbrado a dormir menos, sino que has normalizado rendir con lo mínimo y lo balanceas con muchos cafés”

Sueño

Dormir el mínimo de horas recomendadas es esencial para un descanso reparador y la recuperación adecuada de las funciones del organismo

Silvia Gismera, consultora del sueño.

Silvia Gismera, consultora del sueño.

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El sueño es una función biológica esencial sin la cual no podríamos vivir. No se trata de descansar, sino que permite que el cuerpo y el cerebro realicen procesos fundamentales como la reparación y la regulación del organismo. Durante el verano, factores como el calor, la alteración de la rutina y el ocio nocturno pueden dificultar un descanso óptimo, lo cual, a largo plazo, puede convertirse en un problema.

La tentación de reducir horas de sueño en verano por las actividades sociales tiene consecuencias. Y aunque pueda parecer que dormir poco está bajo control, en realidad repercute directamente en la salud física, emocional y cognitiva. 

La experta y consultora Silvia Gismera comparte en La Vanguardia sus reflexiones sobre el sueño y la importancia del descanso. Insiste en tomarse en serio el acto de dormir y aborda uno de los errores más frecuentes en nuestra cultura: pensar que el cuerpo se acostumbra a dormir poco.

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Dormir el mínimo de horas recomendadas es esencial para un descanso reparador. 

Getty Images/iStockphoto

Dormir poco y mal, porque tengas un problema de sueño sin resolver, te eleva el riesgo de sufrir infartos y de sufrir ictus

Silvia GismeraPsicóloga del sueño

Una de las ideas principales que señala es que nadie puede acostumbrarse realmente a dormir menos de lo necesario. “No te has acostumbrado a dormir menos. Lo que te has acostumbrado es a ir con un mínimo de sueño, y lo balanceas con muchos cafés”, explica. Muchas personas creen que pueden funcionar bien porque lo han hecho otras veces, pero en realidad se encuentran en un estado de somnolencia y bajo rendimiento, disimulado por bebidas estimulantes como la cafeína. “Esto tiene una facturas. Y si crees que te estás acostumbrando, te estás engañando”, añade.

La experta explica que dormir ocho horas, aunque es lo más recomendable, en realidad es un promedio, ya que hay personas que necesitan más o incluso menos. Sin embargo, advierte que la mayoría de las personas que duermen menos de seis horas comprometen seriamente su salud cardiovascular. 

“Dormir poco y mal aumenta el riesgo de diabetes. También te eleva el riesgo de sufrir infartos y de sufrir ictus”, advierte. Además, no solo afecta el corazón, también afecta directamente al metabolismo, ya que altera las hormonas que regulan el apetito, -la grelina y la leptina-, provocando un aumento del hambre y la preferencia por alimentos dulces o muy calóricos- “Por eso cuando las personas duermen menos tienden a consumir cosas dulces”, explica, relacionando el mal descanso con el riesgo de sufrir diabetes.

“No estamos al 100% de nuestras capacidades. La toma de decisiones se ve afectada. Sabemos que cuando dormimos poco, tomamos peor cualquier tipo de decisión, porque disminuimos los riesgos”, explica. Está respaldado por la ciencia que el hecho de dormir aumenta la irritabilidad y afecta el juicio, lo que  aumenta los comportamientos impulsivos o decisiones precipitadas.

Gismera reitera la importancia del descanso y señala que, aunque hoy en día está de moda realizar numerosas actividades durante el día sacrificando horas de sueño, en realidad, lo que estamos haciendo es sacrificar y deteriorar nuestra salud mental y, a medio y largo plazo, esta falta de sueño, afecta directamente a nuestro bienestar.

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