A pesar de ser uno de los países con más horas de sol al año, España se enfrenta a una paradoja preocupante en los últimos años: la deficiencia de vitamina D. ¿Cómo es posible que, con tanta luz solar, una parte importante de la población no esté recibiendo suficiente de esta vitamina esencial? La respuesta está en la combinación de factores como el estilo de vida moderno, problemas de absorción digestiva y una dieta que no siempre cubre nuestras necesidades.
En un contexto donde la salud ósea, el sistema inmunológico y hasta el bienestar general pueden verse comprometidos, entender la causa de esta deficiencia se vuelve fundamental. Y, como advierte el médico Jesús Vázquez, lo que no siempre sabemos es que, más allá de la falta de sol, problemas en nuestro intestino o hígado podrían ser los verdaderos culpables.
La vitamina D es esencial para mantener un sistema inmunológico fuerte, un adecuado equilibrio de calcio en los huesos y para prevenir enfermedades como la demencia senil. Y no hay que subestimar su importancia, incluso en los meses de donde más sol hay, porque incluso en esa época puedes tener carencia de vitamina D.

Vitamina D
Por ejemplo, aunque en verano la exposición al sol aumenta, no podemos confiar únicamente en los rayos solares para mantener niveles adecuados de vitamina D. Como explica el doctor Jesús Vázquez, la carencia de esta vitamina no siempre se debe a la falta de sol. Factores como un intestino inflamado, un hígado irritado o riñones que no funcionan correctamente pueden dificultar su absorción, incluso si estamos al sol durante horas. Por ello, si padeces deficiencia de vitamina D, es crucial no abandonar los suplementos durante los meses de verano.
“La vitamina D es fundamental para nuestro sistema inmunológico. Si no la tenemos en los niveles adecuados, nuestra inmunidad disminuye, dejándonos más vulnerables a infecciones y enfermedades”, explica el doctor Jesús Vázquez en un vídeo en sus redes sociales. Además, “es importante tenerla para mantener el calcio en nuestros huesos”, lo que asegura la salud y fortaleza ósea. Y, muy importante, “es clave en la prevención de la demencia senil”.
Este verano, por tanto, mientras disfrutes del sol, no debes perder de vista que la vitamina D no es solo cuestión de tomar el sol. De hecho, estudios muestran que, a pesar de la alta exposición solar en países como España, hasta un 40-50% de la población presenta niveles insuficientes de vitamina D, especialmente en los meses de verano. Según un informe de la Fundación Española de Nutrición (FEN), en España, cerca del 60% de las personas mayores de 65 años tienen deficiencia de vitamina D, y este déficit se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades como la osteoporosis, enfermedades cardiovasculares e incluso ciertas formas de demencia.

Tomar el sol no es la única manera de obtener vitamina D.
No basta con exponernos al sol unas pocas horas al día. Factores como el envejecimiento, la piel oscura o enfermedades digestivas que afectan la absorción, como el síndrome de intestino irritable, pueden reducir significativamente la síntesis de vitamina D. Por ello, incluso en verano, si tienes deficiencia de esta vitamina, es crucial seguir con los suplementos, especialmente si formas parte de grupos de riesgo. No olvides que una correcta ingesta de vitamina D puede ser determinante para tu salud ósea, tu sistema inmunológico y la prevención de enfermedades graves como la demencia senil.