Escribir puede ser sorprendentemente beneficioso para la salud mental. Es un ejercicio sencillo, apenas costoso y que los expertos recomiendan, porque combina expresión emocional, organización mental y autorreflexión en un solo acto. Para aquellas personas que lidian con un estrés constante y parece que llevan mil cosas en la cabeza, puede ser el complemento ideal para fomentar el autocuidado, ayudar a entenderse, regular emociones y aliviar la carga mental.
Todos hemos tenido pensamientos negativos que dan vueltas sin parar, sentimientos que parecen que crecen sin poder hacer nada por evitarlos y tristeza que está a punto de desbordarse de un momento a otro.

Escribir no es solo un acto técnico de poner palabras; es una forma de conversar contigo mismo.
El experto en desarrollo personal Mario Alonso Puig es fiel defensor de este método de liberación emocional, incluso para prevenir enfermedades neurodegenerativas. El cirujano cuenta cómo, en un estudio realizado por un neurólogo estadounidense dedicado a investigar los efectos de la enfermedad de Alzheimer, descubrieron cómo escribir reducía la posibilidad de padecer esta terrible enfermedad, además de tener una connotación positiva.
“Eso tiene un impacto muy, muy importante”, insiste Mario Alonso Puig. “Hoy sabemos que el hecho de verbalizar ese sentido, de poderlo expresar en palabras, tiene un efecto como de bálsamo sobre las emociones. Por eso, cuando uno escribe lo que siente, eso tiene un efecto positivo muy marcado”.
El experto insiste, escribir incluso “ayuda a ver a esa persona lo mismo desde un ángulo un poquito diferente”, añade.
Beneficios de escribir para la salud mental 1Libera emociones atrapadas. Cuando escribes lo que sientes, lo estás sacando de la mente y poniéndolo en un lugar seguro. Las experiencias difíciles pueden convertirse en historias, reflexiones o poesía. Escribir ayuda a procesar y encontrar belleza incluso en lo duro.
2Ayuda a clarificar pensamientos. La escritura obliga a dar forma a las ideas. Esto no solo organiza lo que piensas, sino que también te permite descubrir patrones y conexiones que no veías antes.
3Disminuye el estrés. Varios estudios en psicología muestran que escribir sobre experiencias difíciles puede reducir síntomas físicos de estrés y mejorar la regulación emocional.
4Guarda lo que importa. Pensamientos, recuerdos, intuiciones… al escribirlos, se vuelven un archivo de tu ser, una especie de mapa de tu vida interior.
5Refuerza la autoconciencia. Al leer lo que has escrito, te conviertes en tu propio observador. Esto fomenta la introspección y te ayuda a entender mejor tus reacciones, deseos y límites.
Como señalan los expertos, no hace falta ser “bueno escribiendo”. El ordenador, las notas en el teléfono móvil e incluso una simple libreta sirven para anotar nuestros pensamientos. Lo importante es ser honesto, no cómo nos expresemos en cuestiones de ortografía.