La obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria afectan a cientos de miles de personas en España y pueden convertir gestos cotidianos en auténticos obstáculos. Ese fue el caso de Marcos Roldán, que llegó a pesar 225 kilos y que ha conseguido perder más de 50 tras tomar la decisión de modificar sus hábitos. Su historia la contó en una entrevista en Herrera en COPE.
El punto de inflexión llegó una noche de julio de 2023. Mientras estaba en la cama se dio cuenta de que no quería seguir viviendo de aquella manera y se planteó dar un giro a su rutina. Aquella reflexión fue el detonante que le llevó a iniciar un proceso de cambio con el que no solo ha adelgazado, sino que ha recuperado parte de la confianza y la energía que había perdido.
Hasta entonces, tareas tan simples como caminar se habían convertido en un tormento. Apenas unos pasos le dejaban exhausto, la ropa no le encajaba y poco a poco fue reduciendo sus salidas de casa. La comida era su refugio, pero también la causa de un malestar constante que le hacía sentirse atrapado en un círculo difícil de romper.
El proceso no ha sido únicamente físico. Roldán asegura que lo más importante ha sido aprender a valorar las pequeñas conquistas, como recuperar la capacidad de hacer cosas que antes parecían imposibles. También admite que durante mucho tiempo usó la comida como vía de escape para la ansiedad y los complejos, llegando incluso a darse atracones en secreto.
El gimnasio se ha convertido en un pilar de su transformación. Al principio no era capaz de subirse a un simple escalón y ahora ha descubierto ejercicios que le ayudan a ganar fuerza, como la sentadilla, que se ha convertido en su preferida. Explica que entrenar con regularidad le ha permitido acelerar el metabolismo y mejorar su estado físico de una forma que no imaginaba.
El hecho de verme más sano ahora es difícil de describir. Desde que descubrí el gimnasio vi que acelera el metabolismo y genera masa muscular
Sobre las alternativas médicas y farmacológicas, como el balón gástrico o determinados tratamientos, prefiere centrarse en el cambio de hábitos. No critica a quienes recurren a esas opciones, pero insiste en que sin un cambio de estilo de vida los resultados no se mantienen en el tiempo.

¿Cuánto ejercicio físico tengo que hacer para vivir mejor?
Aunque todavía siente cierta inseguridad en lugares como playas o piscinas, valora cada paso como un avance hacia una vida más plena. Su testimonio refleja que la transformación es posible cuando se toma la decisión de enfrentarse al problema y se apuesta por un proceso constante y sostenido.