El psicólogo David Corbera ha reflexionado en un video subido a su cuenta de TikTok sobre la importancia de la relación entre los padres para el desarrollo emocional de los hijos, afirmando que “una relación saludable entre madre y padre es lo que permite que los hijos luego puedan ser liberados”. Y es que tal y como explica el psicólogo, la dinámica entre los progenitores influye directamente en la autonomía y libertad emocional de los hijos.
Puede afectar al bienestar emocional de los niños
La relación de los padres influye en los hijos
David Corbera explica que muchas veces los hijos se ven atrapados en conflictos parentales que no les corresponden: “¿Cuántos de vosotros, como hijos o como hijas, os habéis visto en medio de papá y mamá tratando de vehicular el entendimiento de uno a otro, negociando el uno al otro, diciéndole, oye, dile a mamá esto y esto porque a mí no me hace caso y a ti sí que te hace caso, por tanto, díselo tú, o al revés?”. Esta situación, señala, puede generar un sentimiento de responsabilidad en los hijos que no les pertenece y afectar así a su bienestar emocional.
El psicólogo subraya que la falta de autenticidad entre los padres es un factor determinante: “La falta de autenticidad entre padre y madre, la incapacidad para gestionar las diferencias entre ellos, es lo que hace que los hijos se vean raptados”. Para Corbera, los niños y adolescentes necesitan que sus progenitores mantengan relaciones genuinas y equilibradas para desarrollarse con seguridad en un ambiente que no sea hostil si no todo lo contrario.
Una relación sana entre padres permite a los hijos experimentar libertad y tomar decisiones sin sentirse obligados: “Una relación saludable entre madre y padre es lo que permite que los hijos luego puedan ser liberados, que los hijos puedan salir de casa libremente y sin ningún tipo de cadena que los ate al sistema”. Esta libertad, sin embargo, no implica desapego, sino confianza y respeto por la autonomía de los hijos.
Además, Corbera enfatiza que el regreso de los hijos al hogar debe ser voluntario y no impuesto: “Que puedan regresar a casa de sus padres sin sentirse obligados a hacerlo, sino por decisión voluntaria. Eso se puede hacer en la medida en que padre y madre tienen una relación saludable”. Esto, según él, fortalece el vínculo familiar y evita resentimientos que podrían surgir de relaciones controladoras o dependientes. Por eso, mantener una comunicación abierta y respeto mutuo son, para Corbera, los pilares que garantizan que los hijos crezcan emocionalmente libres y seguros.