Todos experimentamos presión social en mayor o menor medida. Esta puede provenir de las expectativas que la familia, la pareja, las amistades, profesores e incluso personas desconocidas han puesto sobre ti. Y también de los referentes populares con los que todos nos hemos criado.
Esta presión impuesta sobre cómo uno debería ser y vivir su vida puede tener un gran impacto en la salud mental, ya que, por presión social, muchos dejan de lado aquél estilo de vida que genuinamente desean para contentar a los demás, y esa carga es muy pesada.
Sobre ello habla la psicóloga Alicia González en una reciente publicación en sus redes sociales. En el vídeo, la terapeuta apunta que hay muchas personas que no están siendo coherentes con lo que sienten y que están rodeadas de personas y de entornos que les proporcionan paz momentánea pero que provocan malestar general.
“Cuando sientes que te tienes que ir de un sitio pero no lo estás haciendo por evitar un sufrimiento que, irónicamente, ya estás experimentando, tienes que tomar la decisión”, apunta González, animando a que, por mucho que cueste, las personas prioricen su bienestar al de los demás.
En estas situaciones en las que queremos un cambio pero nos cuesta mucho romper con lo que debemos romper para llevarlo a cabo, “nos viene la culpa de poner límites y de priorizarnos”. Pero la psicóloga lanza una pregunta al aire: ”¿Hasta cuándo voy a vivir la vida según lo que opinan los demás o lo que yo creo que opinan y voy a empezar a vivir la vida que yo quiero y necesito?”.
Reacciones en redes
“La culpa de poner límites es un problemón, algún día lo lograré”
La terapeuta concluye que la gente que realmente te quiere y te valora, desea que estés bien, por lo que se alegrarán de que tomes decisiones por tu propio bienestar. A quienes van a molestar estas decisiones van a ser personas que te querían en un lugar en el que no estabas cómodo.