Sara Marín, doctora: “El café le encanta a tu microbiota: favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas y está lleno de antioxidantes que ayudan a mantenerte joven y radiante”

Café

Cada mujer vive el café de manera distinta, y esto está determinado no solo por la cantidad que consuma o su preparación, sino por la etapa de la vida en la que se encuentre

Sara Marín, médica especializada en microbiota y salud femenina.

Sara Marín, médica especializada en microbiota y salud femenina.

Imagen cedida

Para muchas personas, el día no comienza hasta que dan el primer sorbo de su café de la mañana. Esa taza se convierte en un ritual, un momento de pausa antes de que arranque la vorágine diaria. Sin embargo, no todas las mujeres experimentan el mismo efecto al tomar café, y esto no depende solo de la cantidad o de la forma en que se prepare, sino también de la etapa de la vida en la que se encuentren. La doctora Sara Marín, médica experta en microbiota, ha señalado recientemente que el café puede actuar de maneras muy distintas según si se está en la adolescencia, en edad fértil, durante el embarazo o en la menopausia. Más que una simple bebida estimulante, la doctora invita a verla como un aliado de la salud que conviene adaptar a cada momento vital.

En la adolescencia, advierte Marín, el consumo excesivo puede ser contraproducente. Aunque no existe una edad específica recomendada para empezar a tomar café, la mayoría de pediatras y endocrinólogos desaconsejan la cafeína en niños menores de 12 años por sus efectos estimulantes. “A más de una taza al día, a algunas chicas les puede alterar el sueño y aumentar la ansiedad”, señala la doctora, quien sugiere tomar el último café al menos seis horas antes de dormir o sustituirlo por té o café descafeinado si hay problemas de descanso. También reconoce que, en cantidades moderadas, el café puede mejorar el foco, el rendimiento académico e incluso el deportivo. Es una etapa de mucha energía, pero también de sistemas nerviosos más sensibles, por lo que conviene prestar atención a las señales del cuerpo y evitar el café por la tarde si cuesta conciliar el sueño.

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Pasada la adolescencia, el café muestra una de sus mejores facetas. “Le encanta a tu microbiota: aumenta la cantidad de bacterias buenas y te aporta antioxidantes para que te mantengas joven y bella”, asegura Marín. La ciencia respalda esta afirmación: estudios recientes han demostrado que el consumo moderado de café se asocia con cambios positivos en la composición del microbioma intestinal. De hecho, una investigación con más de 20.000 participantes publicada en la revista Nature encontró que quienes consumen café de forma habitual presentan una microbiota distinta a la de quienes no lo hacen, con mayor presencia de especies consideradas beneficiosas.

Puede reducir el riesgo de depresión, pero también puede aumentar el síndrome premenstrual y hacerte sentir más irritable

Sara Marín, doctora

Además, el café es una de las principales fuentes de antioxidantes en la dieta occidental. No es un elixir de juventud, pero sí un complemento valioso que, junto con una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable, puede contribuir a mantener la piel luminosa y el organismo en buen estado.

La doctora añade que el consumo moderado de café también se ha asociado en estudios con un menor riesgo de depresión, aunque recuerda que el bienestar emocional depende de múltiples factores, como el descanso, el manejo del estrés y la calidad de la dieta.

En cuanto al ciclo menstrual, advierte que puede intensificar los síntomas del síndrome premenstrual, haciendo que algunas mujeres se sientan más irritables o incómodas. La recomendación es sencilla: prestar atención a los días del ciclo en que el cuerpo se muestra más sensible y ajustar la cantidad de café si es necesario.

El café es un súper aliado, pero escucha a tu cuerpo en cada etapa y tómalo según cómo te sientas

Sara Marín,doctora

Durante el embarazo y la lactancia, la moderación del café también es esencial. Marín aconseja limitar el consumo a una taza al día y, en el caso de la lactancia, tomarla justo después de amamantar para reducir el efecto de la cafeína en el bebé. De este modo, se minimiza la exposición del feto o del lactante sin renunciar por completo al placer de esta bebida.

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En la perimenopausia y la menopausia, el café puede convertirse en un gran aliado. “Puede mejorar el ánimo, darte esa energía extra que necesitas e incluso ayudar a prevenir la depresión o el Alzheimer”, explica la doctora. Sin embargo, advierte que en algunas mujeres puede acentuar los sofocos o provocar palpitaciones y taquicardia, por lo que recomienda encontrar la dosis adecuada para cada una e incluso optar por versiones descafeinadas si los síntomas se intensifican.

El café es, sin duda, un gran aliado, pero no existe una única forma correcta de tomarlo. Lo importante, como recuerda Sara Marín, es escuchar al cuerpo. La vida de una mujer pasa por muchas etapas, y el café puede acompañarlas todas si se adapta su consumo a las necesidades de cada momento. No se trata de renunciar a él, sino de disfrutarlo de forma consciente, en la cantidad y el momento que mejor sienten a cada mujer.

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