Magaly López, psicoanalista: “La envidia por otros suele ser admiración; todo lo que decimos y pensamos del otro está en nosotros”
Salud mental
La especialista habla de cómo la envidia y los sentimientos que se derivan de ella son en realidad deseos no cumplidos
Magaly López, psicoterapeuta.
Es una de las emociones menos toleradas de la sociedad y de las que más se padecen en el día a día; la envidia siempre se toma por el lado negativo, por muy “sana” que sea, y suele ser el impulso que algunos necesitan no solo para sentirse inferiores a los demás, sino también para justificar algunos comportamientos que surgen fruto del dolor y las comparaciones.
La envidia es dolorosa, pero una de las características más llamativas es que es muy difícil de reconocer en uno mismo. Daña nuestra propia imagen, pues habríamos de asumir que deseamos algo que no poseemos y otros sí tienen, lo que nos puede llegar a hacer sentir tremendamente vulnerables e inferiores.
Desgraciadamente nos encontramos con muchas personas tóxicas y envidiosas a lo largo de la vida.
Magaly López, psicoanalista y experta en neuronutrición, habla de otro aspecto de la envidia, y es que este sentimiento se proyecta también hacia personas que se encuentran en niveles y estratos relativamente semejantes a los propios. Así lo afirma en el podcast de Marian Gamboa, ¡A lo grande!, al que ha acudido como invitada para charlar en profundidad sobre este tema.
“El odio y la envidia refleja lo que está dentro de ti”, explica la psicoterapeuta. “La envidia suele ser admiración. Lo que no me gusta del otro, lo que juzgo del otro es porque está en ti. Siempre. Todo lo que decimos, sentimos y pensamos del otro está en nosotros”.
Magaly López, psicoterapeuta.
La experta explica que esto sucede por el funcionamiento básico del cerebro, que hace que funcione en base a la información que ya tiene. Por tanto, lo que reconocemos en otros solo lo podemos ver porque ya lo hemos “visto” previamente. “No es posible verlo si no lo tienes”, reitera la psicóloga. “Todo lo que reprimimos porque lo juzgamos como malo, peligroso o que está mal lo vemos en otros”.
Magaly López: “Detrás de cada emoción difícil hay un deseo reprimido”
López pone como ejemplo aquellas personas que juzgan y califican de “frescas” a las mujeres que se muestran muy extrovertidas y sensuales en público. “Me han enseñado que está mal, lo estoy reprimiendo. Lo juzgamos como malo, está en mí. A lo mejor yo quería ser mucho más extrovertida y mostrarme”, apunta la experta.
“En el fondo yo también habría querido ser deseada, pero mis creencias no me han dejado mostrarme haciendo eso. Así que, repito el juicio que me han enseñado. No me atrevo a conectar con esa parte”.
Magaly López, psicoterapeuta.
La psicóloga continúa explicando que esto lleva a conectar los deseos con las emociones en una persona. Este reaccionar con tristeza o rabia contra alguien o algo, según López, suele tener que ver con algo que no sucedió. “Eso es la rabia y la tristeza. Es el deseo que yo quería y no pude ver satisfecho”, dice.
“Lo que hay detrás de cada emoción difícil es un deseo no cumplido o reprimido. El deseo es brújula, nos dice a dónde nos queremos dirigir”, reitera. “Cada vez que nos atrevemos a conectar con el deseo y soltar el control ahí empieza a construirse el camino que nos va a llevar a conectar con la felicidad”.