Gabriela Pocoví, médica: “Para la fiebre o el dolor leve, hay opciones naturales y seguras para evitar el paracetamol, como hidratación, compresas, magnesio y aceites esenciales”

BIENESTAR

La doctora nos recuerda que la respuesta natural del organismo ante una infección viral puede y debe ser acompañada con alternativas que no bloqueen el sistema inmunológico

Gabriela Pocoví, doctora y nutricionista

Gabriela Pocoví, doctora y nutricionista

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Fiebre, dolor de cabeza, malestar corporal… Ante los primeros síntomas, es común buscar alivio inmediato con medicamentos como el paracetamol. Sin embargo, en muchos casos leves, estos síntomas no necesitan ser apagados, sino acompañados. La fiebre es una respuesta natural del cuerpo para defenderse, y el dolor, una señal del proceso inflamatorio que ayuda a sanar. Lejos de ser enemigos, pueden convertirse en aliados si sabemos cómo apoyar al organismo. 

La doctora Gabriela Pocoví nos recuerda que, lejos de ser pasiva, la respuesta natural del organismo ante una infección viral (como la fiebre o el dolor leve) puede y debe ser acompañada con alternativas que no bloqueen el sistema inmunológico. “Los analgésicos y antipiréticos como el paracetamol, no contribuyen a la resolución natural (solo participan en el alivio del dolor y a bajar la fiebre), no obstante, pueden ser necesarios en fiebres prolongadas o muy altas, especialmente si hay riesgos de convulsiones o embarazo. Pero usemos la información con prudencia y sentido común”, apunta la médica.

Un masaje con aceites esenciales en los puntos de dolor suele ser de gran ayuda 

Gabriela PocovíMédica
Fiebre

Fiebre

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En primer lugar, y siguiendo una de las recomendaciones más básicas pero efectivas: mantenerse bien hidratados. “A veces algo tan simple como hidratarte bien puede cambiar el panorama, sobre todo cuando hay procesos inflamatorios o febriles: Consume agua filtrada y alcalina, remineralizada o, mejor aún, agua de manantial en cantidad suficiente y añade 30-50 ml de agua de mar disueltos en el agua”, apunta. Además, también sugiere tomar suero oral o casero en el caso de fiebre o caldo de huesos (2-3 tazas al día). 

El magnesio y los baños con sales de magnesio también resultan muy beneficiosos, según la doctora. Los baños tibios, ya sean solo de pies o de cuerpo completo, pueden realizarse con 1 a 2 tazas de sales de magnesio y ayudan a mejorar la hidratación celular, promover la desintoxicación natural, relajar el sistema nervioso, aumentar el aporte de magnesio y bajar ligeramente la fiebre. Además, “la ingesta oral recomendada es de 400 a 600 mg diarios, preferiblemente en formas como citrato o glicinato de magnesio”. 

A veces algo tan simple como hidratarte bien puede cambiar el panorama, sobre todo cuando hay procesos inflamatorios o febriles

Gabriela PocovíMédica 

Un masaje con aceites esenciales, en los puntos de dolor, también resulta de gran ayuda. La médica sugiere que sean de menta, copaiba o lavanda. Además, en procesos febriles se puede aplican aceite esencial de incienso en las plantas de los pies, axilas o la columna. “Pueden apoyar el proceso inflamatorio y la bajada de la fiebre. Los aceites esenciales deben ser de grado terapéutico, quimiotipados y 100% puros. Deben adaptarse las diluciones al caso”, apunta. 

El uso de compresas y paños tibios es otra de las propuestas de Pocoví para acompañar procesos febriles o dolorosos. “Se usan sobre todo en niños, pero también en adultos cuando hay fiebre y dolor”. Se deben aplicar paños húmedos y tibios en la frente y la nuca, para ayudar a aliviar el dolor de cabeza y la sensación de calor, y en las axilas e ingles, por ser zonas con grandes vasos sanguíneos que ayudan a refrescar. “Debemos cambiar los paños cada pocos minutos, cuando se calientan, y mantener entre 10-15 minutos, varias veces al día si hay malestar”. 

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Xavi Jurio / Propias

Como última sugerencia, Pocoví recomienda: “CBD y PEA, incienso (Frankicense), copaiba, jengibre y cúrcuma”, ya que pueden tener un “papel coadyuvante” en procesos de dolor y febriles por su efecto antiinflamatorio y analgésico. Aunque, apunta, tras las recomendaciones, que la fiebre, el dolor y los mocos forman parte del proceso inflamatorio del cuerpo ante un virus o resfriado. “No deben eliminarse, pero sí acompañarse. Y si el dolor o la fiebre se cronifican, duran más de 48 horas sin causas claras, debe acudirse a un profesional de la salud”. 

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