Hace solo dos años, Stuart Hogg lo tenía todo. El ex capitán de la selección escocesa de rugby tenía un palmarés envidiable, con más de 100 victorias para el equipo nacional y otros tantos para su principal equipo, el Exeter Chiefs. Era considerado uno de los mejores jugadores del país y formaba una familia envidiable con su mujer, Gillian Smith, madre de sus tres hijos mayores, Archie, Olivia y George. Sin embargo, poco antes del Mundial de 2023, a los 31 años, anunciaba su retirada.
Ahora Hogg ha revelado que fue “la peor decisión de su vida”. El deportista confiesa en una íntima entrevista a The Rugby Player que abandonó su carrera para “intentar salvar su matrimonio”, pero fue en vano. Solo hay que ver cómo, en noviembre de 2024, el jugador admitía en los juzgados haber abusado de su ex esposa, siendo condenado a cinco años de prisión por acoso y multado tras violar la fianza por contactar repetidamente con su expareja.
Su relación de cuento, en realidad, era un infierno. Su vida personal, también. Cayó en una profunda depresión y en una crisis existencial que casi le hizo perderlo todo. El propio deportista desvela en la entrevista que poco antes de su retirada estaba “hasta arriba de antidepresivos”.
“Abandoné mi carrera de rugby para intentar salvar mi matrimonio. En ese momento, no sabía quién era. No sabía qué estaba pasando en la vida, si estaba haciendo feliz o triste a la gente. Usaba el alcohol para escapar. Estaba simplemente existiendo”, revela.
Stuart Hogg, en 2020.
Hogg confiesa que también utilizó el alcohol como una forma de “escape” de su realidad. “Solía pensar que ser egoísta era fortaleza, pero lo llevé demasiado lejos. Lastimé a la gente”, admite.
El punto de vista de Hogg comenzó a cambiar después de que se uniese a la vuelta ciclista Doddie Aid, desde Escocia a Roma. Un evento que devolvió al deportista dos valores que creía perdidos: el trabajo en equipo y la constancia. “Por primera vez desde que me retiré, volví a sentirme parte de un equipo”, asegura. Volver al mundo del deporte se convirtió en algo crucial y decidió dejar sus malos hábitos.
Ahora, con 33 años, su vida ha vuelto al punto de salida, solo que con un Hogg mejorado. El deportista compite con el club de rugby francés Montpellier, por los que fichó en 2024. “Ahora estoy aprendiendo a ser altruista por las razones correctas: por mis hijos, mi pareja -Leonna Mayor, madre de su hijo Teddy- mi equipo”.
El ex jugador de rugby destaca el profundo impacto que el deporte tiene en su identidad y su bienestar mental, haciendo hincapié en la importancia de afrontar los desafíos personales y buscar ayuda en momentos difíciles. “Sé que nunca volveré a ser el mismo Stuart Hogg que antes, pero estoy bien con ello. He encontrado la paz”.
