La nutricionista María de los Ángeles García, más conocida como Boticaria García, visitaba hace unos días el plató de Zapeando, el programa vespertino de La Sexta presentado por Dani Mateo, para desvelar qué debe llevar un buen yogur de calidad y el truco infalible para elegir el adecuado cada vez que vayamos a hacer la compra al supermercado.
A raíz de un reciente estudio de Maria Branyas, la abuela catalana que falleció en 2024 a los 117 años, los científicos llegaron a descubrir que su longevidad se debió en gran medida a que tenía la microbiota de una joven de 20 años. ¿El motivo? La mujer se tomaba tres yogures al día siempre de la misma marca.
yogur
Tal y como explicaba la divulgadora científica, este producto lácteo es ''buenísimo'' para la salud. No obstante, la farmacéutica explicaba que un yogur para llamarse yogur, sea de la marca que sea, debe llevar dos bacterias: Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus. ''Si pone yogur, tiene que llevar eso, con lo cual cualquier buen yogur no puede llevar otra cosa'', aclaraba.
Asimismo, la experta desvelaba que existe una regla para elegir un buen yogur en el supermercado. ''La clave para elegir un buen yogur es la 'regla del 343': 3% de grasa, 4% de azúcares (los de la propia leche) y 3% de proteínas. Si miras el yogur, tiene que poner '343''', advertía.
Nódulos de kefir
En cuanto al kéfir, la bebida fermentada, similar al yogur, que ha ido ganando adeptos a los largo de estos últimos años, la nutricionista aseguraba que hay una gran diferencia entre ambos productos. ''La diferencia es que el yogur tiene esas dos bacterias, Streptococcus y Lactobacillus, y el kéfir lleva levadura. Además de llevar esas bacterias, lleva levadura. Se traduce en que es más completo para la microbiota, es decir, tienes más diversidad'', señalaba.
Eso sí, la especialista advertía que es recomendable mirar los envases de esta bebida para comprobar que es de buena calidad. ''Tiene que poner ''auténticas levaduras de kéfir'' para que no te den otra cosa por levaduras'', informaba. Para aquellos a quienes su sabor les resulte demasiado agrio, la nutricionista recomendaba mezclarlo con avena. ''Y encima además prebiótico y probiótico'', añadía.

