Si eres un buen amante de las plantas y te encanta que tu casa parezca un jardín, uno de tus planes estrella del fin de semana puede ser dar una vuelta por un vivero para elegir nuevas adquisiciones. Una de las cosas que nos puede pasar es que compremos con mucha ilusión un árbol o una planta, y sin saber como se acaba muriendo poco después.
Esta situación se puede producir porque tal y como nos cuenta el experto en plantas, José González (@jardinesconvida), en sus redes sociales, no todas las plantas y árboles que vemos en los viveros están en perfectas condiciones. El especialista nos cuenta los 3 aspectos clave para no dejarte llevar solo por el gusto y elegir bien las plantas antes de comprarlas en un vivero.
La mayoría de las plantas de interior mueren por regarlas demasiado.
El primer aspecto a tener en cuenta es la morfología de la planta o árbol. “El arbusto debe tener un aspecto armonioso, orgánico, natural y sin ramas sueltas ni rotas”. Es importante fijarse en que las ramas estén bien distribuidas y que no tenga tallos torcidos o rotos. Una buena morfología es sinónimo de que la planta goza de una buena salud.
En segundo lugar, apunta a la proporción que debe haber entre el tamaño de la planta y el de la maceta. “Debemos desconfiar de las plantas que son muy grandes de volumen con una maceta pequeña”, ya que, según explica, eso significa “que ya llevan mucho tiempo en esa maceta”. Lo ideal es que la planta tenga espacio suficiente para seguir desarrollándose.
Flores, arbustos y árboles del Jardín Botánico
Por último, también es esencial revisar el aspecto general de la planta para asegurarnos que está libre de plagas. En las hojas es importante comprobar que no hay puntos marrones o manchas negras. Si detectas polvo blanco o pequeños insectos, lo más probable es que esta planta esté infectada y pueda morir al poco tiempo. Las hojas tienen que presentar un color uniforme, sin las puntas rotas y sin agujeros.
Además, para aquellos a los que se le complica más mantener viva una planta. El experto nos muestra 3 especies que no necesitan casi agua y así no podrás fallar en su cuidado. La yucca rostrata, una planta “con un singular verde azulado” que la puedes plantar en un jardín de cactus seco o en otro más “exótico o tropical y queda como una palmerita”. La segunda opción son los ágaves, una especie que funciona tanto al sol como en semisombra. Y por último, la nolina recurvata, tanto grande como pequeña.
