Yokoi Kenji, escritor y conferenciante: “No se logra ser disciplinado de la noche a la mañana, porque la disciplina es solo el resultado de tres factores: organización, limpieza y puntualidad”
Consejos útiles
Pone como ejemplo la cultura japonesa, de la que procede su familia, para explicar como ser disciplinado
Yokoi Kenji, escritor y conferenciante: “No se logra ser disciplinado de la noche a la mañana, porque la disciplina es solo el resultado de tres factores: organización, limpieza y puntualidad”
El escritor y conferenciante colombo-japonés Yokoi Kenji ha reflexionado sobre el verdadero significado de la disciplina, un valor que, según él, no surge de forma instantánea, sino que se construye a partir de hábitos cotidianos. “No se logra ser disciplinado de la noche a la mañana, porque la disciplina es solo el resultado de tres factores: organización, limpieza y puntualidad”.
Son 3 factores clave
La importancia de ser organizado, limpio y puntual para ser disciplinado
Yokoi Kenji comienza explicando el primero de estos pilares: la organización. Pone como ejemplo la cultura japonesa, de la que procede su familia. “El japonés siempre está bautizando los lugares, nunca pierde las llaves porque tiene un lugar para las llaves, tiene un lugar para los zapatos, para las medias, para las camisas blancas, tiene un lugar para todo”, explica. Este hábito de asignar un sitio fijo a cada objeto, añade, permite “optimizar los tiempos con la ubicación de las cosas”.
Para el conferenciante, esa constancia en el orden es lo que genera la verdadera disciplina. “La disciplina es el resultado de esa organización”, asegura, subrayando que mantener los espacios en orden también contribuye al equilibrio mental y emocional.
La disciplina es solo el resultado de tres factores: organización, limpieza y puntualidad
El segundo elemento clave es la limpieza, que en su visión va más allá de lo físico. “Limpieza es eliminar cosas”, sostiene. Kenji explica que en Japón este hábito es una necesidad y una forma de vida: “El japonés debe eliminar siempre, todos los días, porque no tiene un terreno tan amplio ya que Japón es muy pequeño”.
A partir de esta limitación geográfica, el país ha desarrollado una cultura basada en la optimización del espacio y la eficiencia. “La crisis de vivir en un terreno tan pequeño nos ha hecho valorar muchísimo los espacios y siempre eliminar, tener la cultura de estar eliminando porque el espacio es vital”, afirma.
Para él, tanto el orden como la limpieza son pasos previos indispensables para alcanzar la disciplina, una virtud que, combinada con la puntualidad, se convierte en la base del éxito personal y colectivo. El escritor explica que la puntualidad no es solo una cuestión de relojes o citas a tiempo, sino una forma de respetar la palabra. “Cuando no hay puntualidad vamos a sufrir muchísimo para lograr la disciplina”, explica haciendo referencia a la falta de compromiso con lo que nosotros decimos o prometemos.