A todos nos ha pasado alguna vez: la relación no es lo que era, el amor se esfuma o los sentimientos se transforman y, de repente, uno de los dos -o los dos- parecen querer cosas totalmente diferentes a las que se hablaron en un principio. Llega el momento más complicado, el de terminar la relación sentimental, el de valorar si es mejor “dejar o ser dejado”, el de considerar si se puede seguir manteniendo el contacto.
Que se termine el romance no siempre significa que la conexión entre dos personas desaparezca por completo. Muchas parejas se preguntan si es posible mantener una amistad con un ex, y aunque la respuesta por defecto es “sí”, los expertos en salud mental se apresurarán a añadir un “pero”, pues esta nueva relación de amistad dependerá de varios factores, como el tipo de relación que se tuvo, el tiempo que ha pasado desde la ruptura y las emociones actuales de ambos.
¿Se puede seguir siendo amigos tras una ruptura?
En algunos casos, la transición de pareja a amigos puede ser saludable e incluso enriquecedora, mientras que en otros puede resultar complicada y muy dolorosa. Sobre esto último advierte la psicóloga Silvia Severino en uno de sus últimos vídeos de TikTok, en el que habla de las implicaciones emocionales de seguir siendo amigo de una ex pareja. Para la experta, la respuesta más lógica sería no transicionar a una relación de amistad, pues no sería una relación saludable. Es más, Severino asegura que podría ser incluso “peligroso”.
“Si quieres construir amor en el futuro, deja de entretener fantasmas del pasado”, sentencia la psicóloga, que asegura haber visto esta situación en muchos de sus pacientes. “Personas que se aferran a su ex bajo la etiqueta ‘somos amigos’, pues eso es más fácil que enfrentar el vacío después de la ruptura”, explica.
Silvia Severino: “Mantener la relación de amigos con tu ex puede ser peligroso para tu corazón”.
No obstante, la psicóloga insiste: no se puede mantener una amistad bajo esos términos. “Seamos honestos: si todavía sientes un golpe de felicidad cada vez que recibes un mensaje suyo, si esperas su mensaje, si revisas sus historias… Eso no es amistad, es dependencia emocional disfrazada”.
Severino añade que mientras se siga conectado a esas emociones no habrá para algo “nuevo” y, sobre todo, sano. “Para sanar necesitas distancia, silencio y límites”, explica.
En el momento que uno de los dos se enamore... Se acabó.
Por eso, mantener una “amistad” e involucrarse en un círculo en el que se incluyan dinámicas de celos, reproches o competencia por nuevas parejas no es una amistad, sino que no harán otra cosa que generar resentimiento e infelicidad. Si uno de los dos sigue teniendo sentimientos románticos, o si la ruptura fue muy dolorosa, la cercanía podría impedir avanzar y sanar emocionalmente.
Un estudio de 2017 publicado en la revista especializada Personal Relationships destacó que existen cuatro elementos por los que las personas podrían querer seguir siendo amigas de una expareja: seguridad, razones prácticas, por ‘quedar bien’, y deseos románticos no resueltos.
Si estas son las razones de trasfondo, distanciarse temporalmente o incluso cortar todo contacto pueden ser la mejor opción para que cada persona pueda reconstruir su vida afectiva y emocional sin cargas del pasado.
Así que sí, ser amigo de un ex es posible, pero requiere madurez, empatía y autocontrol; por lo que se puede decir que en muchos casos la amistad es poco viable. Lo esencial es evaluar sinceramente si esa amistad es beneficiosa o si podría traer más conflictos que satisfacciones.
