En ciertas ocasiones podemos sentirnos abrumados por dentro al tener cierta sobrecarga emocional. Puede ser que por fuera aparentemos estar bien mientras que por dentro estamos llegando al límite. Un agotamiento físico, mental y emocional que, aunque frecuente, no se debe normalizar.
Una vez empiezas a sentir que tus emociones interfieren en tu rutina, seguramente estés experimentando esta situación. Mario Guerra, psicoanalista explica que “Es cuando dices ´yo ya no quiero saber nada de nadie, déjenme en paz´”. Esto llega hasta el punto de estar confuso, “Estás tan saturado que tu cabeza anda deambulando entre cosas que quieres, que no quieres”.
Según un informe de la la Clínica de psicología Nara, esta sobrecarga emocional suele aparecer cuando acumulamos responsabilidades, preocupaciones y exigencias tanto internas como externas sin llegar a poder procesarlas, sin parar a conocer cuáles son nuestras necesidades.
Sobrecarga emocional
En el informe, destacan que “vivimos en una sociedad que valora el rendimiento y la productividad, pero que a menudo invisibiliza las emociones, el descanso y la salud mental. Esto lleva a muchas personas a cargar con demasiado sin pedir ayuda”. De hecho, muchas veces no llegamos a saber exactamente que nos pasa pero nos sentimos desconectados de nosotros mismos.
Estrés y ansiedad
Según el quinto Estudio Internacional de Salud y Bienestar Mental del Grupo AXA, realizado en 2025 a 17.000 personas de 16 países, el 59% de la población en España dice sufrir estrés, el 48% depresión y un 23% ansiedad. Entre las principales preocupaciones se sitúan la incertidumbre en un mundo cambiante, la inestabilidad financiera, la exposición negativa de las noticias de los medios de comunicación, la agitación social y política, la soledad y aislamiento social, uso excesivo de redes sociales, estrés relacionado con el trabajo y el miedo a perderse algo (FOMO).
Señales de sobrecarga emocional
Mario Guerra, especializado en vínculos de apego, ha realizado una lista de cinco señales que puede darte tu cuerpo o tu mente cuando estás sobrecargado emocionalmente:
- Sentirse constantemente abrumado.
- Cansancio físico. Es importante escuchar al cuerpo y saber tener un pausa.
- Cambios en los patrones del sueño sintiendo insomnio o que necesitas dormir demasiado.
- Falta de concentración.
- Sentirse irritado de forma constante y con cambios de humor de forma frecuente.
- Algo que podría llevarte al consumo de alcohol u otras sustancias.
Si sientes que estás en esta situación una de las cosas más importantes es saber pedir ayuda a profesionales para que entiendas qué te ocurre. Algo que podría ayudarte a explorar el origen de la sobrecarga, identificar patrones de autoexigencia, aprender a poner límites sin sentirte culpable, reencontrarte con tus necesidades y objetivos y reconstruir un ritmo de vida teniéndote en cuenta a ti mismo.


