Mónica Pérez, bióloga y autora de Lo importante está en tu Microbiota, habló sobre la importancia de los hábitos cotidianos a la hora de proteger la microbiota. Según la experta, muchos de los desequilibrios intestinales no se originan únicamente en la alimentación, sino también en los materiales y utensilios que se utilizan a diario en la cocina.
“Cuidar tu microbiota empieza en casa. Y muchas veces, con gestos tan sencillos como revisar con qué cocinas, dónde guardas tus alimentos o qué materiales usas en tu día a día”, afirmó, insistiendo en que “cada pequeño cambio suma”.
Siete recomendaciones
Mónica compartió en sus redes sociales un listado de recomendaciones prácticas que pueden aplicarse sin conocimientos técnicos y que, según asegura, tienen un impacto directo sobre la calidad de la microbiota.
Entre ellas, destacó la necesidad de sustituir las cafeteras de cápsulas por modelos italianos o franceses, al advertir que “al calentarse, las cápsulas pueden liberar microplásticos y metales que alteran tu equilibrio intestinal”.
También aconsejó revisar las sartenes con recubrimientos antiadherentes deteriorados y optar por alternativas de acero o hierro, ya que “cuando el recubrimiento se daña, puede liberar compuestos que alteran tu microbiota y tus hormonas”.
Aceite de coco
La bióloga también puso el foco en los utensilios de uso diario. “Reemplaza los utensilios de silicona por madera o acero inoxidable”, recomendó, señalando que la silicona sometida a altas temperaturas puede degradarse con el tiempo.
En cuanto a los aceites, desaconsejó el uso de girasol por su oxidación rápida y su alto contenido en omega-6, y defendió alternativas más estables como el ghee, el aceite de coco o el aceite de oliva virgen extra. Además, subrayó la importancia de utilizar envases de cristal para almacenar alimentos, especialmente cuando están calientes, para evitar la liberación de sustancias presentes en plásticos.
Diversas investigaciones respaldan la influencia del entorno doméstico en la microbiota. Estudios como el publicado en Environmental Science & Technology muestran que los microplásticos y compuestos liberados por plásticos sometidos al calor pueden afectar la diversidad bacteriana intestinal.
Asimismo, investigaciones del Journal of Nutritional Biochemistry han demostrado que la oxidación lipídica generada por aceites inestables durante la cocción puede aumentar marcadores inflamatorios vinculados a alteraciones de la microbiota.
Filtrar agua
Otro de los puntos en los que hizo hincapié fue la calidad del agua. La bióloga recomendó filtrarla y almacenarla en botellas de cristal para evitar el contacto con microplásticos y reducir la presencia de cloro u otros residuos que pueden alterar el equilibrio intestinal.
También recordó los usos versátiles del aceite de coco, tanto para cocinar como para rutinas de cuidado oral, capilar y de la piel. “La idea no es hacerlo perfecto. Es empezar por lo básico, por lo que usas cada día. Y créeme: se nota”, concluyó Mónica.

