Bienestar

“Más del 53% de las mujeres no están satisfechas con su vida sexual y, en muchos casos, no es falta de deseo, sino cambios hormonales y desconocimiento”

BIENESTAR

Las expertas Nayara Malnero y Piluca Barrau explican cómo la falta de educación sexual, el estrés emocional y los cambios hormonales influyen en el deseo femenino

La falta de información y de visibilidad sobre esta cuestión contribuye a que muchas mujeres vivan su sexualidad de forma insatisfactoria. 

La falta de información y de visibilidad sobre esta cuestión contribuye a que muchas mujeres vivan su sexualidad de forma insatisfactoria. 

Unplash

El deseo sexual en las mujeres es un aspecto fundamental de su bienestar, aunque sigue siendo un tema que, a menudo, no recibe la atención que merece. A lo largo de la vida de la mujer, el deseo puede verse influido por numerosos factores, tanto internos como externos. Estos, no solo incluyen aspectos emocionales y psicológicos, sino también biológicos y hormonales, que afectan de manera significativa a su experiencia. En este sentido, dos expertas en el tema, Nayara Malnero y Piluca Barrau, ofrecen visiones complementarias sobre los desafíos que enfrentan las mujeres en su vida sexual. Mientras Malnero pone el foco en los aspectos emocionales y educativos, Barrau aborda los efectos biológicos, especialmente relacionados con la menopausia. Ambas coinciden en que el deseo sexual femenino no es un tema simple, y entenderlo requiere una aproximación que tenga en cuenta tanto lo físico como lo emocional.

Según la psicóloga y sexóloga, Nayara Malnero, el deseo femenino es un aspecto que se ve malinterpretado, especialmente por la falta de autoconocimiento y la ausencia de una educación sexual adecuada. 
Según la psicóloga y sexóloga, Nayara Malnero, el deseo femenino es un aspecto que se ve malinterpretado, especialmente por la falta de autoconocimiento y la ausencia de una educación sexual adecuada. Unplash

Según la psicóloga y sexóloga, Nayara Malnero, el deseo femenino es un aspecto que se ve malinterpretado, especialmente por la falta de autoconocimiento y la ausencia de una educación sexual adecuada. A través de encuestas realizadas en sus consultas, Malnero detectó que más del 53% de las mujeres que acudían a sus sesiones no estaban satisfechas con su vida íntima. 

Esta cifra, según la experta, refleja una falta de información y una desconexión entre lo que las mujeres esperan de su vida íntima y lo que realmente experimentan. “El problema no es que las mujeres deseen poco, sino que deseamos de forma diferente y no conocemos nuestro propio funcionamiento”, explica la psicóloga, quien defiende que el deseo femenino no puede ser comparado, ni puede encajar en un patrón uniforme.

El mito de que las mujeres deben desear de la misma manera que los hombres, una creencia que ha calado profundamente en la sociedad, es una de las principales causas de la insatisfacción femenina. Para muchas, la falta de deseo se interpreta erróneamente como una señal de que algo está mal, cuando en realidad el deseo femenino sigue un ritmo distinto y más complejo. Este mito, muchas veces alimentado por los estándares y las expectativas sociales, ha provocado que muchas mujeres se sientan frustradas o incluso avergonzadas de sus propias experiencias. “Esto conduce a comparaciones erróneas y a la idea de que el deseo femenino es menor por naturaleza”, señala.

Muchas mujeres sufren inseguridad, frustración, dificultades para disfrutar de sus relaciones o, incluso, una desconexión entre cuerpo y mente

Nayra Malnero

Psicóloga y sexóloga

Además, apunta, que las consecuencias de esta falta de comprensión son múltiples. “Muchas mujeres sufren inseguridad, frustración, dificultades para disfrutar de sus relaciones o, incluso, una desconexión entre cuerpo y mente”. Otras, directamente, normalizan esta situación atribuyéndola a la maternidad, el estrés, la edad, la menopausia o las responsabilidades diarias, cuando, según la especialista, “no estar feliz con la vida íntima no es algo que deba asumirse como normal”.

Otro de los aspectos que Malnero considera crucial para superar este obstáculo es la educación. En sus consultas, ha descubierto que solo el 30,2% de las mujeres se sienten adecuadamente educadas sexualmente. “No es solo acerca de la reproducción, también se trata de entender nuestros cuerpos, nuestras emociones y nuestras necesidades íntimas. Sin esa base, las mujeres no pueden vivir plenamente su sexualidad”, asegura la psicóloga. 

El trabajo de Malnero se enfoca no solo en ayudar a las mujeres a conocer su cuerpo y sus deseos, sino también en fomentar una mejor comunicación dentro de las parejas, abordando temas como la autoestima, las expectativas sociales y las presiones culturales. “Trabajamos numerosas áreas relacionadas con nuestra sexualidad, como la autoestima, la relación con el propio cuerpo, habilidades de comunicación dentro y fuera, herramientas para organizarnos en el día a día, para bajar nuestro estrés y mejorar la comunicación con la pareja”, comparte.

Enfoque biológico: la menopausia y sus efectos en la sexualidad

Piluca Barrau, farmacéutica espeicalizada en salud femenina, aporta un enfoque biológico al tema, centrado en los cambios hormonales que afectan a la sexuaidad de las mujeres en diversas etapas de su vida. Uno de los momentos más relevantes en ese sentido es la menopausia, una fase natural de la vida de una mujer que, a pesar de ser universal, sigue siendo un tema ampliamente silenciado. 

Según Barrau, entre el 60% y el 75% de las mujeres que atrevieran la menopausia experimentan una disminución del deseo debido a la caída de los estrógenos. “Esto no es psicológico, no es falta de interés. Es biología”, explica. “Cuando los estrógenos descienden, la lubricación, la elasticidad y la respuesta sexual cambian. Si las relaciones duelen o resultan incómodas, el cuerpo se protege y el deseo desaparece”, añade Barrau, quien destaca que este fenómeno no tiene nada que ver con una falta de interés o con otros problemas, sino con una cuestión biológica.

Uno de los principales desafíos que las mujeres enfrentan durante la menopausia, es la sequedad vaginal, un síntoma físico que puede hacer que las relaciones sean dolorosas e incómodas. Esto puede generar una desconexión del deseo y la capacidad de disfrutar. Además, las “fluctuaciones hormonales” también afectan al ánimo, la energía y el bienestar general, lo que contribuye a un descenso general del deseo. “Es un fenómeno biológico completamente natural, pero muchas mujeres no lo saben o no lo consultan”, afirma Barrau, señalando que más del 70% de las mujeres que experimentan estos síntomas no han hablado de ello con un profesional de la salud.

La menopausia no marca el final de la vida sexual. Es una etapa distinta, pero totalmente compatible con el placer y el bienestar. Lo que falta es información y normalización

Piluca Barrau

Farmacéutica 

Afortunadamente, como destaca Barrau, desde la farmacia existen diversas soluciones que pueden aliviar estos síntomas y mejorar la calidad de vida sexual en las mujeres durante la menopausia. “Existen suplementos naturales con evidencia, tratamientos tópicos que mejoran la lubricación y el confort, y herramientas para acompañar esta transición de manera efectiva. La clave es que las mujeres sepan que hay soluciones”, señala. 

Además, apunta que existen elementos que pueden ayudar a mejorar o aliviar la sequedad, mejorar la elasticidad y promover el bienestar hormonal. Aunque, tal y como señala la farmacéutica, es importante normalizar la conversación sobre la menopausia y el deseo, para que las mujeres no se sientan solas o incomprendidas durante esta etapa..

Según Barrau, entre el 60% y el 75% de las mujeres que atrevieran la menopausia experimentan una disminución del deseo debido a la caída de los estrógenos. 
Según Barrau, entre el 60% y el 75% de las mujeres que atrevieran la menopausia experimentan una disminución del deseo debido a la caída de los estrógenos. Getty Images

Aunque Malnero y Barrau abordan el deseo desde distintas perspectivas— la primera desde lo emocional y psicológico, y la segunda desde lo biológico— ambas coinciden en un punto fundamenta: el deseo sexual femenino está mal comprendido, y en muchos casos, maltratado, tanto a nivel personal como social. La falta de información y de visibilidad sobre esta cuestión contribuye a que muchas mujeres vivan su sexualidad de forma insatisfactoria, ya sea por la falta de autoconocimiento, por presión social o por cambios hormonales.

En definitiva, el trabajo completo de ambos enfoques puede ser crucial para mejorar. La educación y la información son esenciales para dignificar los tabúes en torno a la sexualidad femenina, mientras que las soluciones médicas pueden ofrecer alivio físico y emocional. “La menopausia no marca el final de la vida sexual”, afirma Barrau. “Es una etapa distinta, pero totalmente compatible con el placer y el bienestar. Lo que falta es información y normalización”, concluye.

Laura Villanueva

Laura Villanueva

Ver más artículos

Coordinadora de Peludos y SEO en Guyana Guardian. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra y máster en Periodismo Deportivo. Especializada en bienestar y temas sociales. Ha trabajado en Diario de Navarra y Mundo Deportivo.