Los geranios son una de las plantas más representativas de la primavera, época en la que comienza su floración, aunque esta se prolonga durante el verano. Además, se trata de una de las plantas más populares, que alegran balcones y jardines de todos los rincones de España, aunque son especialmente comunes en las zonas mediterráneas. Estos provienen, sobre todo, de la zona barcelonesa de El Maresme y de las islas Canarias, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Su mayor encanto son sus flores, con toda una serie de tonalidades, que van desde el rojo al rosa, pasando pro el amarillo, el naranja, el morado e incluso el blanco. Una gama de colores intensos y vibrantes que captan las miradas y aportan frescura y alegría a ventanas y paredes.
Además, los geranios cuentan con la ventaja de requerir unos cuidados muy sencillos, por lo que son plantas excelentes para aquellas personas que no tengan demasiado tiempo disponible para dedicarles. O bien para los más novatos en el mundo de la jardinería, ya que son fáciles de cuidar y mantener en buen estado. La combinación de estética, gracias a sus llamativas flores, y lo simples que son los cuidados de los geranios convierten a estas plantas en unas de las preferidas para la temporada de primavera y verano.
Los cuidados que requieren los geranios
A la hora de cuidar de un geranio para que este presuma de sus flores y de una excelente la salud, lo primero a tener en cuenta son las horas de sol que recibirá diariamente. Esta planta necesita recibir suficiente exposición solar para florecer adecuadamente, pero sin excederse. Lo ideal es colocarla en un lugar en el que pueda disfrutar de aproximadamente seis horas de luz al día, mientras que a la tarde se encuentre en la sombra.
Por otro lado, también cabe destacar el riego, ya que en invierno será menos exigente que en los meses de calor de primavera y verano, cuando habrá que mantenerla hidratada y darle agua de forma regular. La clave es que el sustrato esté siempre un poco húmedo, pero sin que se produzcan encharcamientos, que podrían acabar afectando a la salud de las raíces de la planta. Para evitarlo, lo más aconsejable será optar por un sustrato que permita un correcto drenaje.
En cuanto a los nutrientes que se le aporten al geranio, lo más aconsejable es que el abono tenga lugar durante el comienzo de la primavera o bien en el verano. En cuanto a la poda, esta debe hacerse en el otoño y siempre antes del invierno.