Así viviremos: las macrotendencias que transformarán nuestros espacios
Informe
Del regreso a las raíces a la reinvención de lo urbano: materiales, colores y emociones se entrelazan en el nuevo 'Trend Report' de Cosentino para anticipar cómo habitaremos en el futuro inmediato
Los dibujos de El Chico Llama, alter ego del ilustrador Javier Navarrete, reimaginan urbes como Madrid o Ho Chi Minh con edificios integrados en el ecosistema
¿Cómo viviremos mañana? ¿Qué materiales tocarán nuestras casas, qué emociones nos invitarán a quedarnos, qué historias contarán nuestros espacios? Con esta pregunta como brújula, el nuevo Trend Report de Cosentino, titulado Shaping tomorrow: future design & architecture 2025–2026, despliega una mirada global, emocional y sensorial sobre el futuro del diseño. Su propuesta va más allá de modas pasajeras: es una cartografía de ideas, materiales y sentimientos.
Guiado por voces expertas como la de Judith van Vliet, diseñadora de color con una profunda experiencia en la predicción de tendencias, y Enric Pastor, periodista especializado en diseño, el informe presenta cinco grandes macrotendencias: Origen, Refugio, Natura, Urban y Wonder. Cada una responde a una inquietud contemporánea —la identidad, el bienestar, el planeta, la ciudad y la creatividad— y traza una vía de transformación estética y ética. Este es el nuevo lujo: diseño con propósito.
1. El arte de volver a casa: Origen
La primera tendencia es una vuelta al inicio. Origen habla de la autenticidad, de la recuperación de lo artesanal, de la necesidad de construir desde lo que somos. En una era de homogeneización global, esta corriente se alza como una forma de resistencia cultural. Inspirado por técnicas vernáculas, materiales locales y objetos con historia, honra la memoria y apuesta por la regeneración: ambiental, social y creativa.
Burdeos cochinilla, verdes musgo y terracotas cálidos evocan la tendencia Origin
Los colores de esta narrativa —burdeos cochinilla, verdes musgo y terracotas cálidos— evocan la tierra, el cuerpo y la pertenencia. Superficies como Dekton Umber o Avorio, con texturas táctiles y pigmentos minerales, componen espacios que se sienten tan íntimos como antiguos. Entre los ejemplos más elocuentes: la marquetería de maíz Totomoxtle de Fernando Laposse en Puebla, el pabellón de madera y paja Chaki Wasi en Ecuador, y el rediseño del Corporativo GO en un convento del siglo XVII en Morelia. Todas son pruebas vivas de que el diseño puede ser un puente entre pasado y futuro.
Proyecto de Mesura para la tienda de Aesop Diagonal, hecho con piedras desechadas de la montaña local de Montjuïc, Barcelona
En el marco de Origen, una microtendencia clave es Hiperlocal: el redescubrimiento de lo que tenemos más cerca como fuente legítima de inspiración. Ya no se trata de buscar materiales exóticos ni soluciones foráneas, sino de volver la mirada a lo que crece, vive y resiste en nuestro entorno inmediato. Esta idea se traduce en el uso de piedras de la región, maderas autóctonas, textiles de oficio tradicional, y un profundo respeto por los ecosistemas culturales locales. El diseño, así, se convierte en un acto de pertenencia. Un ejemplo de esta idea sería la tienda Aesop en Barcelona, hecha con piedra recuperada de Montjuïc, según un proyecto del estudio Mesura.
2. Refugio: diseñar con y para las emociones
Si Origen habla de la identidad, Refugio habla de lo emocional. Esta tendencia responde a una pregunta clave: ¿cómo nos sentimos en nuestros espacios? En un mundo hiperconectado, saturado de estímulos, el diseño se convierte en una herramienta para cuidar, calmar y sanar.
Refugio explora la creación de entornos introspectivos, envolventes y sensoriales. Desde baños que se comportan como santuarios hasta salones donde la luz se modula con suavidad ritual, la clave es diseñar atmósferas. El enfoque es casi escenográfico: materiales nobles, iluminación emocional, formas curvas y paletas suaves crean una arquitectura del bienestar.
Spa con una fuente y plataformas revestidas en Dekton Trance, con vetas marmoteadas que aportan sensación de relajación
Halo Editon son luminarias que buscan abrazar las emociones
En este ámbito destacan propuestas como Espacio Sensorial, una instalación digital de Marcos Castro inspirada en la arquitectura árabe, o el uso de tonos cremosos y mates que invitan al tacto y a la pausa. Es una tendencia que transforma las casas en paisajes emocionales, en los que vivir y soñar despiertos.
Una microtendencia que se entrelaza con la de Refugio es Explorar, entendida no como el acto de descubrir territorios lejanos, sino como un viaje introspectivo hacia los procesos manuales, los rituales cotidianos y las prácticas ancestrales. En este sentido, diseñar es también reaprender: cómo se moldea una superficie, cómo se tiñe un textil, cómo se regula la luz para favorecer el descanso o el recogimiento. Recuperar estos conocimientos es, en última instancia, una forma de resistencia frente a la velocidad contemporánea.
3. Natura: el medioambiente como principio de diseño
“La naturaleza ya resolvió todo. Solo tenemos que mirar con atención”. Bajo esta premisa se articula Natura, la tercera gran tendencia del informe, que coloca al medioambiente en el centro de la arquitectura y el interiorismo. No se trata solo de “inspirarse” en lo natural, sino de integrarlo —ética y estéticamente— en nuestros espacios.
Natura, la tercera gran tendencia del informe, coloca el medioambiente en el centro de la arquitectura y el interiorismo
El museo de Arte Zaishui de un kilómetro de largo emerge sobre un lago artificial en Rizhao, China
En la era de la emergencia climática, el diseño se convierte en una herramienta regenerativa. Materiales reciclados o biomateriales como el cuero vegetal, el uso de vegetación interior viva, sistemas pasivos de climatización y superficies que evocan lo orgánico —como Dekton Kreta, con aspecto de cemento natural— son los protagonistas.
Dentro de Natura, la innovación material da paso a una microtendencia que está cobrando fuerza: el uso de biomateriales regenerativos, como fibras vegetales, hongos, algas o residuos orgánicos convertidos en superficies o textiles. No se trata solo de reducir el impacto ambiental, sino de invertir el proceso: diseñar objetos que restauren, que devuelvan algo al planeta. Proyectos como el cuero de cactus, las fibras de yaré o los paneles creados a partir de micelio apuntan a un futuro donde la sostenibilidad ya no es suficiente: ahora hablamos de regeneración.
Ejemplos como la vivienda en Vietnam diseñada con bambú y techos ajardinados o el restaurante en Tokio que integra huertos verticales demuestran que lo natural ya no es un decorado, sino la base de una nueva ética espacial. Natura es, en definitiva, un manifiesto de diseño circular, consciente y profundamente humano, porque, como dice Tom Dixon, “nuestra obsesión es, en realidad, con la longevidad más que con el reciclaje”
4. Urban: repensar la ciudad desde la resiliencia
La cuarta tendencia, Urban, responde al desafío más ineludible de este siglo: cómo habitamos las ciudades. Con más del 70% de la población mundial viviendo en núcleos urbanos en 2050, la arquitectura tiene que evolucionar desde el confort individual al bien colectivo. Esta tendencia apuesta por diseños urbanos resilientes, sostenibles y polifuncionales. La vivienda ya no es una cápsula cerrada, sino un sistema conectado. Se celebran los espacios compartidos, la reutilización de edificios industriales, la movilidad suave, los materiales reciclados y las superficies con alto rendimiento técnico.
Ilustración de Ho Chi Minh de Javier Navarrete,
Uno de los contenidos del Trend Report 2025–2026 de Cosentino
Un ejemplo potente es Ciudad resiliente, una serie de ilustraciones de Javier Navarrete que reimaginan urbes como Madrid o Ho Chi Minh con edificios integrados en el ecosistema.
Urban no es solo una visión futurista: es una invitación a rediseñar lo cotidiano con inteligencia, ética y poesía. Porque la ciudad del futuro no será más espectacular, sino más humana. En el contexto urbano, la microtendencia Reprogramar la ciudad responde a una necesidad urgente: adaptar estructuras existentes para nuevos usos sin borrar su historia. Se rehabilitan fábricas como viviendas colectivas, iglesias como bibliotecas, estaciones como espacios culturales. Esta lógica de adaptación no solo es más sostenible que demoler y reconstruir, sino que además crea espacios cargados de carácter y narrativa, porque, como dice Tom Dixon, “cuando aciertas con tu diseño, tienes el bien de consumo más duradero que existe”. Así pues, reprogramar no es solo reutilizar: es tejer una continuidad emocional entre lo que fue y lo que será.
5. Wonder: redescubrir el asombro
La quinta y última macrotendencia es quizás la más lúdica: Wonder. Frente a la repetición, propone el asombro. Frente al diseño predecible, sugiere crear espacios que despierten la imaginación. Se trata de rehabilitar lo extraordinario en lo cotidiano, de abrazar lo teatral, lo inesperado, lo sensorial.
Wonder es el arte de romper la rutina con materiales sorprendentes, paletas audaces y narrativas envolventes. Espacios que despiertan emociones complejas, que se sienten como escenografías habitables, como sueños tridimensionales.
Dos figuras se enfrentan bajo la luz del “tercer ojo”, esculpidas en Dekton Khalo, una superficie inspirada en la piedra Patagonia que destaca por sus vetas
Aquí entran en juego superficies como Dekton Onirika, que emula el mármol onírico, o instalaciones como Factor Sorpresa, donde la arquitectura se disuelve en lo surreal. El objetivo no es la utilidad inmediata, sino la emoción duradera. En palabras de Enric Pastor: “El diseño no solo debe servir, debe hacerte sentir”.
Dentro de Wonder, emerge con fuerza la microtendencia Nostalgia. No como un gesto melancólico, sino como un mecanismo creativo que reinterpreta códigos estéticos del pasado para darles un nuevo significado. Formas curvas que evocan los años 70, paletas inspiradas en películas de otra época, objetos que parecen salidos de un recuerdo. Este retorno emocional al pasado permite componer espacios que, lejos de ser imitativos, resultan emocionalmente familiares y estéticamente novedosos.
Vetas dramáticas y colores inusuales crean efectos inesperados en el diseño
La tendencia Wonder consiste en incorporar nuevas texturas y colores que estimulen los sentido
Estas cinco macrotendencias no funcionan como bloques aislados, sino como trayectorias que se entrecruzan en una misma dirección: la de un diseño más atento, más consciente, más humano. El informe de Cosentino sugiere que cada tendencia cada tendencia puede vivirse como una capa distinta del diseño: el alma (Origen), el cuerpo (Refugio), el entorno (Natura), la comunidad (Urban) y la imaginación (Wonder).
Lejos de una visión meramente funcional, este enfoque propone una forma de diseñar que no separa la estética de la emoción ni los materiales de las historias que los sostienen. Una encimera puede hablar de geología y tradición; un suelo, de clima y cultura. Materiales contemporáneos, como los ultracompactos o reciclados, son entendidos aquí no solo por sus cualidades técnicas, sino también por el relato que permiten construir.
Más que anticipar modas, el informe plantea una pregunta más amplia: ¿cómo habitamos? Y, a través de sus respuestas, sugiere que el diseño —cuando se piensa desde la conciencia— puede ser una forma de mirar, de recordar y de relacionarnos con el mundo de otro modo.