Todos buscamos conseguir un entorno exterior verde y estético, pero la realidad es que el balcón o terraza pueden llegar a simbolizar lugares de verdadera paz y calma. Más allá de la función decorativa, contar con plantas, elementos aromáticos o, incluso, auditivos, pueden llegar a ser sanadores.
Monique Briones, también conocida como La Paisajista, defiende a capa y espada el propósito real de estos rincones verdes: curarnos y llenarnos el alma. Así, desvela para La Vanguardia los mejores consejos y trucos para conseguir un espacio donde relajarnos esté garantizado.
Experta en paisajismo
Jardines que sanan
¿Un jardín tiene la capacidad de sanar?
Totalmente. Las plantas te obligan a estar presente. Tienes que observar si necesitan agua, si las estás regando demasiado, si la luz les va bien. Requieren atención, cuidado, compromiso. Y ese compromiso, en realidad, es contigo mismo.
Por ejemplo, mucha gente tiene balcones o simplemente unas plantas dentro de casa. Pero incluso eso puede convertirse en una práctica de conexión. Llegas del metro, de un trabajo donde te han drenado la energía, y ver una plantita que ha echado una hoja nueva o una flor te cambia el ánimo. Cuidas a un ser vivo que no te exige ni te juzga. Es un acto muy poderoso.

¿Cómo influyen estas en nosotros mismos?
Pues mira, yo siempre digo que una planta es un espejo. Hay personas que insisten en tener, por ejemplo, una hortensia en una terraza que da todo el sol de verano. Y la hortensia se muere. Y lo intentan una y otra vez. ¿Dónde está el error? En que no están escuchando al espacio. Es como aferrarte a una pareja que no encaja contigo: te hace daño, pero insistes. Hay que aprender a aceptar lo que es compatible con tu entorno... y contigo.
Y para quien quiera empezar con plantas en un espacio pequeño, como un balcón... ¿Por dónde debería empezar?
Primero: conoce tu espacio. No compres nada hasta que te sientes ahí y observes. ¿Por dónde sale el sol? ¿Dónde se pone? ¿Cuántas horas de luz directa hay? ¿Hay viento? ¿Dónde se acumula la suciedad? ¿Tienes acceso a agua cerca?
Todo eso importa. Si te saltas esa parte, acabarás poniendo plantas que no encajan y frustrándote. Una vez lo tengas claro, puedes elegir bien.
Elige una esquina del balcón, la que reciba menos sol, y crea tu pequeño oasis con una planta más alta, una intermedia y otra pequeña
Y una recomendación muy práctica: elige una esquina del balcón, la que reciba menos sol, y crea tu pequeño oasis con una planta más alta, una intermedia y otra pequeña. Si puedes colgar alguna del techo, mejor aún. No necesitas un jardín vertical carísimo. Con 5 o 6 plantas bien colocadas puedes tener un espacio precioso.

Además de las plantas, ¿qué otros recursos recomiendas para crear un espacio sanador?
Las guirnaldas de luces son mágicas. Aportan intimidad y calidez. También un buen suelo de madera o de exterior puede cambiarlo todo. En mi caso, no tengo grifo en mi balcón, así que no tengo muchas plantas allí, pero sí puse una tarima bonita y una guirnalda. Me tumbo con mis perros y veo unas puestas de sol maravillosas.
Utiliza plantas aromáticas para añadir más interés en el espacio
Y claro, si puedes, una pequeña fuente ayuda muchísimo. El sonido del agua calma. Y si no puedes por espacio o presupuesto, incluso un móvil de viento puede aportar armonía. Eso sí, con respeto a los vecinos. (Ríe)
En cuanto a los aromas, me encantan las plantas aromáticas. Lavanda, romero, albahaca… con solo rozarlas, el olor te cambia el ánimo.
Me encanta ese enfoque tan cercano. No se trata de lujo, ni de moda, sino de autenticidad.
Exacto. No hay que caer en la trampa de que todo tiene que ser perfecto o de catálogo. Con unos cojines de rebajas, una mesita reciclada, unas plantas bien escogidas y un poco de atención, puedes transformar cualquier rincón. Lo importante es que ese espacio hable de ti, que te invite a parar, a respirar.

¿Algún último consejo?
Sí: planifica, pero con honestidad. Yo enseño a mis alumnos que lo primero no es la planta, sino el espacio. Mide, observa, analiza. ¿Dónde da más el sol? ¿Dónde hay más sombra? ¿Qué orientación tiene tu balcón?
Y también obsérvate a ti: ¿cuánto tiempo vas a dedicar? ¿Qué te apetece? A veces no tener plantas también es una elección válida.
No es una carrera. Es una relación. Y como toda relación sana, requiere conocimiento, presencia y paciencia.