Kave Gallery, encuentro con los creadores
Arte
El Mediterráneo es la clave para definir un proyecto que ofrece un espacio común a nuevos creadores y amantes del arte
De izquierda a derecha, Sacrée Frangine (Aline Kpade y Célia Amroune), Terre Brute (Anastasia Gladkova), Szymon Keller y Piro (Andrés Sánchez), ante el museo Picasso de París
El Mediterráneo, como concepto artístico, se puede encontrar en cualquier lugar. Así lo entendió la empresa de mobiliario Kave Home cuando hace dos años puso en marcha su proyecto Kave Gallery, que auspicia un punto de encuentro entre artistas y amantes del arte donde los primeros ofrecen una selección cuidadosa de sus obras más arraigadas en estas tierras.
Esculturas cerámicas de Terre Brute, con su característica fusión de biomorfismo y abstracción
Por esta plataforma han pasado a lo largo de este tiempo más de una veintena de creadores: pintores, escultores, ceramistas y artistas textiles que gracias a esta plataforma acceden a otro recurso para la comercialización de su obra y amplían su visibilidad; aunque algunos, como el diseñador Javier Mariscal y Regina Dejiménez, que elabora esculturas textiles y tapices esculturales, apenas necesitan presentación.
Los últimos en incorporarse al proyecto son cinco artistas representados por cuatro nombres artísticos: Piro (Andrés Sánchez), Sacrée Frangine (el dúo formado por Aline Kpade y Célia Amroune), Szymon Keller y Terre Brute (Anastasia Gladkova), que fueron presentados el pasado día 22 en el Museo Picasso de París y, desde la pintura, la escultura y el diseño de muebles, representan la hornada más joven de esta iniciativa.
Obras de Piro, un artista que combina la intuición con la reflexión
En su obra —tanto en la energía emotiva de los cuadros de Piro como en la luminosa belleza de lo cotidiano de las naturalezas muertas y las figuras femeninas de Sacrée Frangine; lo mismo en el diálogo entre culturas que está en el fondo del discurso de Keller que en las formas orgánicas y biomórficas que inspiran las cerámicas de Terre Brute— se aprecia el reverberar del Mare Nostrum y sus abigarradas riberas, la integración de sus culturas en un poso común que aspira al entendimiento mutuo.
Justamente esa es la pretensión de Kave Home al patrocinar este proyecto: por encima de la promoción de unos nombres concretos: tomar el Mediterráneo como un relato artístico que, más allá del territorio geográfico estricto, se desarrolla con un lenguaje visual, con una simbología, compartidos de una manera amplia, y, sobre esa base, se ofrece como el lugar de encuentro y diálogo por antonomasia.
Uno de los cuadros de Sacrée Frangine, que siempre transmiten valores positivos
Por encima de lo técnico o lo personal —o gracias a ello—, esa idea ofrece un marco patrimonial, un legado colectivo que preservar, una brea que nos cohesione para seguir navegando.