Las humedades en casa son uno de los problemas más comunes y, al mismo tiempo, uno de los más difíciles de diagnosticar correctamente. Muchas veces se invierte dinero en reparaciones que no atacan el origen real del problema, lo que provoca que la humedad reaparezca al poco tiempo. Por ello, los expertos recomiendan que antes de tomar decisiones que puedan pesar en nuestro bolsillo, es fundamental entender qué tipo de humedad afecta a la vivienda y cuál es la causa concreta.
En general, las humedades domésticas más frecuentes se pueden clasificar en tres grandes grupos: humedad por condensación, por filtración o por capilaridad.
Humedad en una esquina de la pared
La primera de ellas aparece cuando el vapor de agua del interior de la vivienda entra en contacto con superficies frías, normalmente paredes o ventanas. Suele manifestarse como gotas, moho o ennegrecimiento en esquinas y techos. Es típica en casas con poca ventilación, duchas frecuentes, cocinas sin extracción adecuada o incluso en viviendas muy herméticas.
La humedad por filtración se produce cuando el agua del exterior entra en la vivienda debido a fallos de impermeabilización: grietas en fachadas, cubiertas deterioradas, mala unión entre muros o problemas en ventanas y balcones. Aquí la humedad normalmente se presenta como manchas persistentes, pintura abombada o caída de revestimientos.
La humedad por capilaridad, en cambio, ocurre cuando los muros absorben agua del suelo a través de sus poros, haciendo que la humedad ascienda de forma vertical. Se reconoce porque las manchas aparecen desde la parte baja de la pared hacia arriba, acompañadas muchas veces de salitre o desconchados.
Cada uno de estos tipos requiere una solución distinta. Para diagnosticarlos con precisión, el arquitecto Máximo Caballero recomienda siempre un método sencillo antes de iniciar obras. Se trata de la prueba del papel de aluminio (o papel albal), una técnica casera, rápida y eficaz para determinar si la humedad procede del interior de la vivienda o del exterior.
Antes de gastar dinero en reformas, haz esta prueba en tu casa
El procedimiento es simple: “Coloca un trozo de papel de aluminio pegado a la pared con celo y déjalo actuar durante 48 horas”, señala Caballero en uno de sus últimos vídeos en redes sociales. Lo que ocurra en ese papel será determinante para identificar el tipo de humedad.
Según el arquitecto, si las gotas aparecen por fuera del papel, significa que la pared está seca y que la humedad proviene del interior de la vivienda. En estos casos, la causa más habitual es la condensación, y la solución es mejorar la ventilación, usar extractores, deshumidificadores o incrementar el aislamiento térmico.
En cambio, Caballero señala que si las gotas aparecen por dentro del papel, la humedad está entrando desde el exterior, ya que podría ser por filtración o capilaridad. “Aquí lo más probable es un problema de filtración o impermeabilización defectuosa”, explica el arquitecto. La solución en estos casos sí suele requerir reparar cubiertas, sellar juntas, mejorar la fachada o actuar sobre elementos estructurales.
El arquitecto señala que la razón por la que tantas viviendas sufren humedades de forma habitual es que, con frecuencia, se trata solo el síntoma y no el origen. Pintar encima, aplicar productos antimoho o instalar placas sin resolver la causa únicamente retrasa el problema. Antes de invertir en reformas, esta prueba sencilla puede ahorrar tiempo, dinero y, sobre todo, evitar intervenciones innecesarias.


