¿Alguna vez te has preguntado por qué tu hijo se levanta agotado todas las mañanas? ¿Eras consciente de que la humedad y la condensación que se forman en el interior de las casas pueden afectar significativamente una buena rutina de descanso, sobre todo en los más pequeños? Esto ha sido señalado por Valentín Naranjo, especialista en humedades y calidad del aire. Es bien sabido que el descanso es un requerimiento biológico fundamental para nuestro cuerpo y una de las prácticas más beneficiosas, ya que nos posibilita restaurar al máximo nuestras capacidades físicas y mentales.
Efectivamente, la especialista en sueño Nuria Roure afirma que "un buen descanso es fundamental para la supervivencia". "Algunas personas requieren un periodo menor de sueño, de 7 a 8 horas, y se les denomina durmientes cortos; mientras que otras necesitan entre 8 y 9 horas, y son los durmientes largos", explica.
Naranjo, por su parte, ha optado por detallar en un video compartido en su cuenta de Instagram (@valentin_naranjo) el elemento que afecta negativamente el descanso infantil y que, con frecuencia, no se detecta. ''Numerosos progenitores creen que sus vástagos no duermen bien debido a la ansiedad, a terrores nocturnos o simplemente por la etapa vital en la que se encuentran. No obstante, la causa podría ser considerablemente más grave de lo que aparenta'', subraya.
De acuerdo con el experto, la cuestión se trata de un suceso nocturno habitual en los hogares, inadvertido para sus ocupantes. "En presencia de humedad, moho y escasa ventilación, el aire queda confinado y los menores lo inhalan a diario. Permanecen ocho horas respirando partículas imperceptibles", afirma. Esto acarrea repercusiones: "Su ronquido aumenta, su descanso empeora y se sienten más fatigados".
Dormir poco tiene graves consecuencias para la salud
Asimismo, Naranjo subraya: "Nadie lo asocia con el aire porque es invisible, pero a ellos les impacta todavía más al estar en plena etapa de desarrollo". Para identificar si usted padece esta dificultad, el especialista sugiere prestar atención a las siguientes pautas:
- Asegúrate de ventilar la habitación por un mínimo de 15 minutos para renovar el aire que se ha respirado durante la noche.
- Verifica cada mañana que las ventanas no presenten humedad, pues esto podría indicar un inconveniente de condensación.
El descanso es fundamental para una buena salud.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que para un desarrollo saludable, los niños requieren entre 10 y 13 horas de descanso nocturno de calidad, lo cual podría incorporar una siesta, manteniendo rutinas fijas para acostarse y levantarse.
Por su parte, el neurólogo Òscar Sans, quien dirige la unidad de trastornos del sueño en Sant Joan de Déu, afirmó hace unos meses durante la presentación del 15.º informe Faros que entre el 20% y el 40% de los jóvenes menores de 18 años sufren privación del sueño.
Y esa privación de sueño puede afectar la fase de desarrollo, debilitar la respuesta inmunológica, lo que aumenta la susceptibilidad a afecciones autoinmunes. Adicionalmente, eleva la probabilidad de padecer diabetes al mermar la capacidad del cuerpo para procesar la glucosa y se asocia también con el sobrepeso. En resumen, asegúrate de una adecuada circulación de aire y de regular la humedad en tu casa para dormir bien.

