El pasado dos de abril tuvo lugar un evento exquisito que aunó gastronomía, arquitectura y sofisticación, de la mano de Lhardy Catering, heredero del famoso y centenario restaurante madrileño del mismo nombre. No hay nadie en la capital que no conozca este emblemático establecimiento, símbolo de la tradición culinaria de una ciudad. En esta ocasión, fueron 30 los afortunados invitados que pudieron saborear una propuesta gastronómica de primer nivel, elaborada en el majestuoso Palacio de la Trinidad, una joya arquitectónica de 1929 rodeada de cuidados jardines, perfecta para acoger un ágape espectacular.
La jornada comenzó con el servicio de un tradicional consomé en samovar, acompañado de champán servido al estilo francés, todo un guiño a las costumbres elegantes del pasado. A continuación, los asistentes disfrutaron de un cóctel con estaciones dinámicas distribuidas por distintas estancias del palacio. También se incluyó una visita al showroom de Lhardy Catering, donde se mostró su versatilidad y creatividad a la hora de organizar eventos únicos. El almuerzo, servido en una imponente mesa imperial, destacó por su cuidada puesta en escena, un servicio impecable y la minuciosa atención en cada detalle.
El servicio es siempre impecable
Este evento fue una muestra de la experiencia culinaria del grupo de décadas, pero también de la capacidad de adaptación a los nuevos tiempos. Lhardy Catering reafirma así su potencial para transformar cualquier espacio en el escenario perfecto: flores frescas, frutas decorativas, velas, iluminación cuidada, música ambiental… Cada elemento suma para lograr una puesta en escena sobresaliente.
Un clásico que no solo se mantiene vigente, sino que se reinventa con elegancia para ofrecer alta gastronomía en cualquier ocasión.