Entre las calles estrechas y los muros antiguos del barrio Gótico, el jardín del Wittmore Hotel siempre da un respiro a los visitantes de Barcelona con su tapiz vegetal. Sin dejar de enverdecer el casco antiguo, el establecimiento incorpora la nueva exposición de Rosa Tharrats, Cauiris Petallum, en el jardín vertical de su patio, el lugar donde brotan más de 3.000 plantas.
Hasta el final de junio, la artista barcelonesa deja su impronta en el jardín con una serie de tejidos claroscuros que cambian según la luz del día. A medida que pasan las horas, los tejidos pasan de un azul o verde tornasolado a tonos más plateados y dorados.
El arte de Rosa Tharrats cambia de tonos en el patio del Hotel Wittmore
Nombrada una diseñadora emergente y ganadora de dos premios Gaudí por su trabajo de vestuario, Tharrats aspira a enlazar la naturaleza y los sentimientos a través de sus tejidos. Por este motivo el Wittmore ha seleccionado a la barcelonesa para su Projecte 360º, una nueva iniciativa que busca vincular la sostenibilidad con la creatividad. El hotel pretende invitar a una diversidad de artistas internacionales y locales, cada año, para estrenar obras efímeras en un diálogo con el espacio. La intención es convertir el jardín del alojamiento en una galería más para los artistas en Barcelona.
En este primer año del proyecto, Tharrats ha priorizado la integración del arte con el patio del hotel como un organismo simbiótico, iridiscente y mutable.

El Hotel Wittmore invita a los artistas a dialogar con su jardín
Todas las habitaciones tienen vistas a la exhibición, pero la artista alienta al público a acercarse de forma íntima y propone que entren libremente para contemplar y meditar, ante su obra, hasta el próximo 30 de junio.
Además, uno puede sentarse y tomar un cóctel o comer en el restaurante Contraban con sus propuestas efímeras que reflejan la naturaleza cambiante de las instalaciones.