Caserío Aldeallana, un refugio con alma a las puertas de Segovia

Para perderse

Un establecimiento de lujo sencillo y esencia familiar, rodeado de naturaleza, ideal para desconectar, celebrar o simplemente respirar tranquilos

Una casa con el aire de un 'cottage' inglés y el confort de una casa moderna

Una casa con el aire de un 'cottage' inglés y el confort de una casa moderna

Finca Aldealalla

A 18 km de Segovia, Caserío Aldeallana se presenta como un hotel boutique único, nacido del esfuerzo y las ganas de la familia Pérez-Durías Ureta. Enclavado en una finca de 100 hectáreas, rodeado de encinas, pinos, gamos, ciervos y hasta águilas, este enclave natural ofrece un entorno sereno, ideal para desconectar del ritmo urbano.

Y eso es posible porque solo cuenta con cinco habitaciones dobles diseñadas con esmero por Isabel López-Quesada y Rocío Ureta, quien ha incorporado muebles familiares y piezas con historia, logrando crear un espacio cálido y auténtico. Cada rincón, desde la alberca natural hasta la ermita, está pensado para el bienestar del huésped , y es sinónimo de slow life: lujo sencillo, calma, naturaleza y autenticidad.

Cada rincón, desde la alberca natural hasta la ermita, está pensado para el bienestar del huésped

Interior de la habitación doble del hotel boutique

Interior de la habitación doble del hotel boutique

Cortesía de Casería Aldeallana

Fruto de años organizando bodas íntimas, Caserío Aldeallana nació para ofrecer una estancia exclusiva con una atención cercana y personalizada. Los detalles son importantes y se toman su tiempo para que todo esté a punto: las sábanas, los aromas, las flores recién cortadas del jardín, las infusiones en la mesilla… Y ofrecen desde rutas por la finca hasta vuelos en globo o sesiones de yoga; la experiencia se adapta a cada visitante.

Perfecto para escapadas románticas, eventos privados o reuniones discretas, este proyecto redefine el lujo como sencillez, naturaleza y hospitalidad con alma. Caserío Aldeallana no es solo un destino: es un lugar para perderse, encontrarse y volver.

Los pícnics de verano son una de sus opciones más 'top'

Los pícnics de verano son una de sus opciones más 'top'

Finca Aldealalla

Tampoco podemos obviar el sabor de los buenos productos de la tierra. El Caserío también ofrece la posibilidad de disfrutar la gastronomía de la zona en la propia finca con pícnics o cenas, servidas en invierno el comedor iluminado por velas o en verano en el patio donde el suave aroma a encina y  jazmín lo envuelve todo. Una experiencia invernal o estival que, sin duda, merece la pena sumar. 

Pero por si eso fuera poco, la zona tiene mucho más que ofrecer: esta muy cerca de Segovia, y de pueblos con encanto como Valdeprados, Navafría o La Granja. Exactamente, Valdeprados queda a 3,8 kilometros, Navafría a 51 kilometros y La Granja a 28 kilometros. Así que, tanto dentro del hotel, como fuera, la experiencia extrasensorial no hace más que continuar. 

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