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Un palacio en la Rive Gauche parisina

Experiencias

Mandarin Oriental Lutetia París, antes hotel Lutetia, fue inaugurado en diciembre de 1910 y desde entonces no ha dejado de atraer a creadores, políticos y famosos de todo el mundo

La Brasserie Lutetia

Un palacio en la Rive Gauche

Toda ciudad con historia tiene lugares que, apenas han surgido, parece que desde siempre han estado ahí, por la manera como se integran en su alma y su devenir y se hacen imprescindibles para entenderla. Uno de esos sitios es el hotel Lutetia de París, ahora Mandarin Oriental Lutetia París.

Inaugurado en diciembre de 1910, su mezcla de art nouveau y art déco y su emplazamiento en la Rive Gauche, en Saint-Germain-des-Prés, fueron un imán instantáneo para el mundo artístico e intelectual, especialmente en el periodo de entreguerras, y desde entonces no ha dejado de atraer a creadores, políticos y famosos de todo el mundo. Parte del edificio fue declarado monumento histórico en el 2007.

El Bar Aristide ofrece un ambiente más recogido y actual

Un palacio en la Rive Gauche

En el 2014, el Lutetia cerró para afrontar unas obras de renovación que se prolongaron hasta el 2018, dirigidas por el arquitecto Jean-Michel Wilmotte. Los mejores artesanos participaron en la renovación de vidrieras, pinturas decorativas, frescos, mosaicos, esculturas, maderas, mármoles, lámparas... con la idea de respetar la historia del Lutetia, un auténtico palacio.

El Lutetia es monumento histórico

El resultado es un establecimiento que ha reducido el número de habitaciones a 184 —con 46 suites y tres apartamentos— y ofrece dos excelentes restaurantes —la Brasserie Lutetia y Le Saint-Germain Salon— y dos vibrantes bares —el Bar Joséphine y el Bar Aristide. Además del Akasha Spa, un oasis de bienestar holístico, y seis salones que pueden acoger actos de todos los tamaños.

El hotel, que durante 50 años perteneció a la familia Taittinger, continúa siendo un museo vivo, tanto por su arquitectura y ambiente como por las obras de arte y antigüedades que atesora en los espacios comunes y en sus suites. En ellas rinde homenaje a esta relación: Coppola diseñó la suite Saint-Germain, y otras dos llevan por nombre dos artistas emblemáticas: Parisienne Isabelle Huppert y Joséphine Baker, una huésped habitual en sus días.

Bar Joséphine de estilo art déco

Mandarin Oriental

El hotel tiene tres potentes corazones: uno es la Brasserie Lutetia, una institución desde 1910, sin desmerecer el refinado Salón Saint-Germain, ambos dirigidos por el chef ejecutivo Patrick Charvet y el chef pastelero Nicolas Guercio. Otro es el Bar Joséphine, con su decoración art déco, que cuenta con el contrapunto del Bar Aristide, de ambiente clandestino y música electrónica. El tercero es el spa Akasha, un regalo para cuerpos y mentes.