Sabato Sarno, el último caso en la era del diseñador vilipendiado

Fashion week

El repentino fin de la relación de Gucci con Sabato de Sarno no es solo una noticia sorprendente, sino muestra de un comportamiento cada vez más impaciente y desconsiderado hacia los diseñadores

Sabato De Sarno, exdirector de Gucci

Sabato De Sarno, exdirector de Gucci

Getty Images for Gucci

A veces las noticias más anticipadas son las menos esperadas. A veces la industria de la moda demuestra que todavía puede ser fuente de sorpresas. Sucedía el jueves, cuando Gucci emitió un comunicado en el que anunciaba el fin de su relación con Sabato de Sarno, su director creativo desde hace dos años. Por si no fuese suficientemente extraño que, a sólo dos semanas del desfile, se asegurase en él que la colección no iba a estar firmada por el director creativo que salía, la periodista Lauren Sherman informó de que el día anterior Gucci había emitido un memorándum interno a sus trabajadores informándoles de que un nuevo diseñador iba a incorporarse al equipo y que reportaría directamente a De Sarno.

Sabato de Sarno fue presentado en 2023 con la alegría de los comienzos. Su misión: adaptar la oferta de la marca al gusto de los tiempos, de carácter atemporal y alejado de los excesos. Su predecesor, Alessandro Michele, había dado un giro radical a Gucci, reinventándola como un baúl de ideas, ropa, accesorios y recuerdos, alejándola de su imagen previa como un bastión del lujo serio. A pesar de que logró un éxito sin precedentes (cambió la forma en que vestimos y logró que la firma triplicase las ventas entre 2015 y 2022), en moda lo único que no es pasajero es la impaciencia de los ejecutivos. 

La decisión de Gucci de prescindir de Sabato de Sarno, el primer gran movimiento de Stefano Cantino como CEO de la marca, llega en un momento delicado. El gasto global en lujo ha disminuido debido a la incertidumbre económica y política mientras las marcas intentan reavivar las ganas de los consumidores ofreciendo novedades que no lo son tanto. Este año veremos debutar a directores creativos en Tom Ford, Chanel, Bottega Veneta y Givenchy. Probablemente también en Dior, Loewe y Fendi.

En cuanto de Sarno salió por la puerta, comenzaron las especulaciones de que Hedi Slimane entraría por la ventana

Algunos han interpretado lo violento de la decisión de Gucci, que según algunas informaciones ha pagado a de Sarno 18 millones de euros en concepto de despido, como un intento de anticiparse a los malos resultados financieros del grupo Kering —propietario también de Saint Laurent y Balenciaga— para el año 2024, que se harán públicos la semana que viene. Estos resultados seguirán la tendencia del tercer trimestre de 2023, cuando las ventas cayeron un 26%. Un gesto que podría interpretarse como una especie de “Tranquilo, accionista, esta sartén está bien cogida por el mango”.

Horizontal

Colección de Gucci en la Tate Modern en Londres REUTERS/Hannah McKay

Hannah McKay / Reuters

Los rumores están en tendencia en la industria, y los gestos de los ejecutivos que sin duda tienen la sartén por el mango, pero a veces no parecen saber dónde ponerla, no hacen más que avivarlos. En cuanto de Sarno salió por la puerta, comenzaron las especulaciones de que Hedi Slimane, que abandonó de Celine en octubre, entraría por la ventana. No le falta lógica, porque Slimane es famoso por convertir en oro todo lo que toca; ni épica, porque el diseñador, que pasó por Kering como director creativo de Saint Laurent entre 2012 y 2016, también interpuso contra el grupo tres demandas y las tres veces ganó. 

En junio de 2016, Kering le abonó 13 millones de dólares en concepto de aplicación incorrecta de la cláusula de no competencia; en abril de 2018, 11,5 millones de dólares como compensación de su última variable y, por último, en diciembre de 2018 el tribunal ordenó a la compañía asumir 90.000 dólares por costos legales.

Esta semana hubo otra noticia relativa a un final. El miércoles, el medio especializado WWD compartía como exclusiva el fin del tiempo de Casey Cadwallader en Mugler, sólo dos meses después de que la firma estrenase un documental en el que, a modo de celebración de su 50 aniversario, recopilaba los mejores momentos de Manfred Thierry Mugler y los de Cadwallader, olvidando que entre uno y otro hubo otros dos directores creativos, Nicola Formichetti y David Koma. Conectaba a su manera el pasado con el presente, y con ello parecía proyectar el futuro. Visto ahora parece complicado seguir el argumento.

La audiencia, que llevaba pidiendo especialmente el fin de Sabato en Gucci desde su primera colección para la firma, ha aplaudido los despidos como quien celebra la victoria de su equipo. Igual que en el deporte, la conversación gira ahora en torno al siguiente partido: ¿Quién será el destinatario de la próxima notificación de despido? ¡Maria Grazia Chiuri en Dior! ¡Seán McGirr en Mcqueen! ¡Demna en Balenciaga! Los amantes de la moda esperan que los diseñadores sean seres extraordinariamente sensibles. Para conectar con el mundo, para crear belleza, para ser capaces de percibir y dar forma a sus deseos antes de que ellos mismos los identifiquen. Exigen una sensibilidad que parecen incapaces de experimentar. 

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...